ho una gran diferencia en su día a día. Si no pensaba mucho en el h
sinuación obscena, simplemente se concentraba en pensar en
nto para su enfermedad, que, aunque era terriblemente costoso, cambiar
ía bastante camaradería. Sobre todo, porque Carla (alias Melody) era muy querida en el grupo. Como era la fav
varía bastante tiempo ahorrar lo suficiente para el tratamiento de su m
muchos hombres de negocios bebiendo y cerrando tratos entre trago y trago, a
Melody, Blue y otra
y con curvas, tenía una cabellera dorada, lisa como el mármol y ojos verdes, con la piel blanca como la porcelana. Llevab
ió muchas propinas, de aquello
ación sube al escenario nuestra adquisición más
ector iluminó a Ámbar hecha un ovillo en el centro del entarimado. Llevaba el cabello castaño suelto y un minúscul
omo las olas del mar, desde sus pies, sus perfectas piernas, sus caderas amplias y sus pechos turgentes. Cuando por fin abrió sus o
ba a él, muy dentro de su alma, mie
cía con sólo verla, y
on su cadencia, al punto que en muchas mesas
n imán par
él. Creyó que estaba saci
entras ella se movía de
entosa. Demasiad
y la música cesó, hubo
uvia de aplausos
reverencia, recogió los billetes y
mentos darse cuenta de que
é di
Blue, es la más reciente. Junto a Melody son las favoritas del público. Pero co
ero...
qué h
a. Quiero... n
que Franz no permite ese t
obró la c
ienen un
e gustaría hacerlo... ¿crees que también me de una oportunida
gusta el giro que d
idaba que no te gusta
stidiándose con la
s de mí, así ya puedo s
Necesitabas
ranco, s
.. necesito
o. Escríbeme mañana, dime
ntó par
a dejes cansada. Así los pobres mortales l
llate
nas, pero un corpulento guardia le bloqueó el paso.
ver a
esa clase de lugar. No está permitido el acceso, ni e
quién soy. ¿Quier
ndo desfilar el dinero ante lo
emás, sabe que si lo dejo
tá bien. Hablaré
ió, aún furioso, a
ó la
ela
oches, se
nesperada visita. ¿Q
, Blue. Y el gigantón
. Me alegra qu
podía lograr que ust
que les proporciona Moonlight. Saben que sólo tienen que lucirse bailando y eso, señor, es mi sello
o hablar con ella, y proponerle un negocio. Por supuesto, si me permite conversar
tenía a su madre muy enferma. Tal vez estaba siendo dema
con ella. Usted sabe que soy de palabra. Si se niega
sabía que nunca, ninguna mujer que