ge
estás comiendo con la mirada -
ir vestida así? -pregun
e doy un trago, quema mi garganta y es exactamente eso lo que busco. Apaciguar el monstruo dentro d
ó salir así? -pregunta
v
de
¿Tan jodidamente follable? ¿Por qué me consumen las ganas de perderme en ese
hora, tuve suerte que Philippe me dejase participar, aunque lo hizo sencillamente porque
ormido más de cinco horas seguidas, y eso gracias a mi quer
no me había inscrito, pero mi hermana Gia jorobó mis planes cuando me dijo que van a participar varios hijos de políticos y Carlo. Eso encendió una vena protectora en mi, no por Carlo, porque
. Sé que el tío jamás la pondría en peligro, pero siento que se equivocó al darle el décimo quinto lugar. Alessia ha de estar más adelante porque es un
an lejos Alessia? -miro a Franchesco, leí entre lí
eja que no me cree mierdas, pero eso no me importa-. Alessia sabe los riesgos que co
caer -le miro feroz-. Esas miradas conmigo no funcionan primo. Por más que te folles a todas las putas de Las
explicaciones ni a ti
orprende a los tres-. Más te vale que no armes un desastre en mi carrera, porque
ceja, ¿Está
á pedazos sin importar que somos sus sobrinos. Franchesco y Giovanni se van dejándonos solos -. Ni se te ocurra acercarte a Alessia con las cámaras encima, o tendrás a Fabrizio d
azotando la puerta. El sol me da de lleno y debo
che de Alessia, ella sonríe pícara mientras mi primo pone los ojos en blanco haciéndola reír más. No sabe que estoy compi
recuesto la cab
od
mierda esto
desecho de inmediato. Las cosas entre Aless
no: No s
n con la quién pasar una
soy hombre de
demonios en algún m
ssi
e mi coche con Carlo, quién no deja de parlotear
o cuenta -murmura alzando sus manos-. Siento las m
r sola y meditar -le digo me
meditar? ¿Qué tan hijo de puta puede s
omo platos, miro a nuestro alrededor v
olviste
ta el estómago mientras sig
tan dulce, Alessia. Pero eres un diablillo travieso cuando Angelo
e tenía una mínima esperanza que me escribies
en la cara-. ¿Qué pensará Fabrizio cuando sepa que su niñita le
o es algo en lo que no me he deten