sa y a otros dos miembros del personal de
sintió muy avergonzado frente a su jefe. Un hombre enorme como él, no
evaré a la cárcel!'' Irene llevaba puestas un par de zapati
seguridad, el secretario y el ac
sesionado con las mujeres como su padre. ¿Có
Su astuto compañero miró a Daniel, ahora con cara d
dos hombres estrecharon sus manos y se despidie
bitación y estaban muy avergonzados. Luego, sol
responder nada. Se recostó en su silla, frente a su es
on mucha frialdad en su voz, n
Ire giró su mano con una expresión de dolor en su ro
¡me d
retamente para que Ire no lo pudi
e ahora estaba roja e hinchada y sus ojos enrojecidos: "Dani
taré a mi madrina*!'' (TN*: L
dado en el automóvil. Luego, miró disimuladamente y vio el teléfono de Daniel. Lo a
contr
s invadiero
l bolígrafo sobre el escritorio, un poco irritado y
el Si, fuiste tú quien se aprovechó de mí cuando yo estaba borracha. Me robaste mi primer be
ecio y la miró: "Me dijiste
ría hacer que, cualquier hombre a excepción de
alegría, Irene tocó su cabello despeinado: "El punto clave no es el primer beso, ¿de acuerdo? El punto i
gonzado por tocarte. Solo una judía seca recién brotada. Ni siquiera eres
so lugar, la noche anterior, pasó por su men
ía seca? ¿Tomó
uerpo: "¿Viste salir esta pequeña y hermosa judía antes? ¡Es imposible
ao, ¿quién te hizo creer esas cosas? ¡Si tú eres hermosa, ent
có su cara suave. Por primera vez, du
días que era bonita?' Seguro fue
hacerte responsable! Irene golpeó el escritorio
más despacio, Daniel t
Apoyó las manos a los costados de la silla y le habló cerca a esa chica asustad
La distancia entre sus rostros er
te, sin dejar rastro. Le dijo en una especie de voz
jeron su atención completamente, y por un mo
ión más cómoda. Enderezó su cuerpo y lo miró a los ojos: "¡Humph! ¡Sabía que solo harías cosas
. Irene miró increíblemente la cara que tenía d
Si! ¡Cómo se atrevía
ra un pícaro y un violador. ¡Cómo se atre
fetada a Daniel. El hombre, que tenía los ojos cerrados,
ierna izquierda y luego su pierna derecha... Después de toda esta
u encanto, de repente, la levantó Daniel en
Luego, la expuls
rta de su oficina. Irene se frotó su trasero porque le dolía
un maldito. ¡So
nas que estaban en la oficina. Irene gritó en la puerta y lue
a serie de llamadas perdidas de Samuel.
aba de compras en ese momento, se asustó mucho. Inmediatamente, caminó
e llorar. Dime, ¿