un lado a otro la mujer. -Si Santiago se divorcia de ti, perdería todo, tú tienes una empresa, la mitad de todos los bienes son tuyos. Eres exitosa y puedes salir adelante fácilmente, pero mi niño,
la esposa de su hijo? Si no quería firmar los papeles, la obligaría a hacerlo... -¿Al hotel Saint Louis? ¿Y qué hace allá? -Me dijo que estaba por trabajo, aunque no entendí ¿por qué habló de quedarse esta noche? Incluso reservó una habitación. Me dijo que lo buscara en la habitación 302. -Comenta Rosaura con mala intención, de forma insidiosa. -¿Trabajo? ¿Por qué se quedaría a dormir una noche en un hotel de la ciudad por trabajo? -No sé hija, eso fue lo que Santiago me dijo. -Comenta, avivando la duda en Lucia, que sonríe, y agradece a su suegra por ayudarla. Y apenas sale de la casa de Rosaura, sin dudarlo llama a Macarena, para preguntarle si hay algún evento del que ella no esté enterada, pero Macarena, le asegura que no, asegurándole cuando pregunta por su esposo, que él dijo que se tomaría el resto del día libre, lo que la hace sospechar que Santiago quizás está con alguien más. Con los celos apoderándose de ella, y las inseguridades saliendo a flote, no le cuenta nada a su amiga, hasta no estar segura de sus afirmaciones. Ya sabía donde estaba su esposo, así que lo único que tenía que hacer, era ir y confirmar por sí misma, si realmente había una tercera en discordia, y esa era la verdadera razón por la que él quería el divorcio. Maneja a toda prisa, sintiendo como los latidos de su corazón se aceleran a medida que va llegando al lugar. Cuando llega al hotel, siente como un escalofrío recorre su espalda. Algo que jamás había sentido. Era como si su cuerpo le estuviera diciendo que algo está a punto de pasar. Llega a la recepción y sin dudarlo pregunta por su esposo, de quien le confirman su estancia. -Señorita, ¿podría darme la llave de su habitación? Soy su esposa y quedamos en vernos aquí. -¿Su esposa? ¿Usted es la señora Nashville? -Sí, así es. -Se sorprende un poco Lucia, que se ilusiona un poco creyendo que tal vez su esposo había planeado reconciliarse con ella, y por eso reservó esa habitación de hotel. Sin embargo, la recepcionista sabe su apellido, porque la que aparece registrada como su esposa es Lorena Nashville. La recepcionista le entrega la llave, y Lucia toma el ascensor y sube, mientras otra de las recepcionistas, que recuerda haber registrado en la mañana al hombre, le comenta a la mujer que acaba de atender a Lucia que él se había registrado con otra mujer. -Entonces debemos estar atentas, por si se presenta un escándalo. ¡Hombres! ¡Definitivamente, son todos iguales! -Comenta la mujer. -¿Pero no viste a su esposa? Es gorda y poco agraciada. Se ve, incluso, mayor que él. Mientras que la otra mujer, parece modelo. -Eso no importa. Si no la quiere es mejor decirlo a engañarla. -Comenta la chica, que es callada por el supervisor, que las observa hablando mientras otros huéspedes acaban de llegar. ... Lucia, que sube emocionada al tercer piso, entra a la habitación, y observa sobre la cama, algunas prendas de ropa de hombre, y un pequeño bolso de mujer, que de inmediato va a revisar, encontrando la cartera de su hermana. -¿Qué hace el bolso de Lorena aquí? -Se pregunta para sí misma en voz alta, creando varias teorías en su mente. De pronto, escucha voces en el pasillo, y por instinto se esconde en el closet, donde escucha el sonido de la puerta abrirse, La voz de su esposo y de su hermana, ocupan la habitación, y las reconoce al instante. -Cariño, ven aquí... No sabes cuánto he esperado por este momento. -Lo llama Lorena, y al ver por las rendijas de las puertas del closet, cómo Santiago se acerca a ella, y la besa de forma apasionada, siente como si un cuchillo estuviera atravesando su pecho. Totalmente petrificada, no se mueve ni dice nada, tampoco puede dejar de observar la escena que para ella es a