a por la tenue luz, podía ver a un hombre de mirada penetrante acercándose a e
seguido por un depredador, así que solo lo observó ho
el hombre muy cerca de ella, y una ma
miedo, ansiand
abial, la mirada del hombre se suavizó un poco. Ade
aliento contra los oídos de Alice. Su profunda y melodio
había elegido a una de entre cientos de mujeres vírgenes para que quedara embarazada de su hijo al precio de tres millo
a Alice, quien no pudo evitar sentirse humillada al verse a sí misma siendo examinada co
pleto de timidez, nerviosi
emente una chica inexperimentada, sencilla e inocente; y esto hizo que los ojos del hombre brillaran de satisfacció
de su vida, Alice jamás había est
s quería alejarse de él. Sentía tanta vergüenza y pá
abía tomado la mano de un chico antes, y ahora se estaba enfrentando a un hombre sumamente intimidante. En un abrir y c
frunciendo los labios y observándola como si hubiera dicho un chiste. De repente, extendió una mano áspera y alzó s
ir que le producía
las crueles palabras llegaron al fondo de su cora
e ya que, con cada segundo que pasaba, el
o y un sonido de tela rasgándose reson
por lo que gruesas lágrimas empezaron a deslizarse por la
cuello, y no tardó en darse cuenta de que Alice estaba apoyad
hielo experimentó una sensación im
parecía que ahora su gélido corazón había sido tocado por una emoci