mundo del ballet. Las críticas elogiaban mi talento y mi presencia en el escenario,
za que representaba el señor Volkov. La advertencia de la directora artística seguía r
r ningún encuentro con él. Pude enfocarme por completo en mi dan
contraba en mi camerino, quitándome el maquillaje y el elegante ves
brirla, me sorprendí al encontrarme c
ombre, haciendo una leve inclinación. "El señor Vo
eraba de mí. ¿Volkov? ¿Qué
é, tratando de mantener la
tro", respondió el hombre. "Me ha
rectora. Pero, a la vez, sabía que no podía ignorar una s
mpañaré", dije, c
sta el salón VIP. Al entrar, vi al señor Volkov sentado
de que haya podido venir",
ando de mantener la compostura
acercó a mí, observán
con usted en privado", explicó. "Desde nuestra últim
se aceleraba. ¿A qu
ro que no puedo aceptar su oferta de
sin dejar
"Pero me temo que no puedo ac
ió mi espalda. ¿Acas
a qué se refiere", dije, tr
más, invadiendo m
a deje escapar", susurró, su aliento rozando mi rostro. "Estoy
aba. ¿Acaso este hombre prete
dije, con voz temblorosa. "No puedo aceptar
una sonris
o, con un brillo peligroso en sus ojos.
se abrió y entraron varios hombres f
de mí. ¿Qué iba a hacer? ¿Cómo
e una forma de huir, pero los hombr
ue las lágrimas de miedo y frust
, con una expresión d
señorita Sarah", dijo, con una v
abrió de golpe y una figura
a, con una expresión d