img Un sueño de Amor  /  Capítulo 2 Testamento | 7.41%
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Historia

Capítulo 2 Testamento

Palabras:1109    |    Actualizado en: 10/06/2024

lenas de sangre incluyendo mi camisa la cual intente

cionista mi única amiga, intento hablarme, p

aba en ella, había llegado del colegio un poco pr

amo, mientras la sonrisa se le borraba del

ir pagando tus servicoos-dicho esto comencé a llorar, ap

ha ocu

conmigo, me ayudo, jamás tuve que soportar tantos abusos, solo cuando mis padres murieron, lo

or eso ahora, dime

n jarrón c

heridas, mientras mi hermana se acercaba a saludarme

se ajustaba a mi horario, no podía dejar sol

ían el puesto de meseta, pero no una cualquiera, si no una nu

no se pagaban solas, así que debía aguantar este infi

s, pero había buscado empleo en toda la.ciudad, estaba

me entregó un sobre, proveniente de un prestig

: "Invitación a la lectura del testamento de Manuel Michell". Mi co

ana en la Mansión Michell. Mis manos temblaban ligeramente mientras leía cada palabra. ¿Por qué me

hacia el Salón, todos estaban presentes, mis ojos se posaron en los presentes, los hermanos del señor Manuel, lo

que no nos vemos-saludo con cari

-Interrumpió Adriá

no d ellos presentes parecía tener algún sentimiento de tristez

notario comenzaron a

eer la ultima voluntad del Se

io y entendimiento, hago constar este docum

Si desean obtener algo, les insto a trabajar por ello, todo la vida me partí para lograr lo

odrá disponer de dichos bienes después de demostrar sobriedad y completar un programa de rehabilitación, no quie

uentas bancarias legales e ilegales, aviones, barcos que estan a mi nombre o de el Group Michell, y la presidencia de la empresa, serán para mi hijo menor, Adri

be casarse con Andy Trevoll, mi leal asistente personal durante muchos años, se que me estas odiando como s

que haya hecho, además queda prohibido su impugnación, mis deseos no son capri

ome estábamos sorprendidos, e

con todo esto, debe existir una manera de no cumplir con esa cláusula, no me ca

ual debe leer solo usted-comentó el abogado entregándole el sobre, para luego mirar en seño

os a todos con el estómago revuelto, los primeros en discutir fueron los herma

se que fuiste buena empleada, no mereces pagar esa condena c

No voy a casarme, no quiero estar

a punto de morir, mis gustos no son ta

smo instante-dicho esto salí de

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