de verano en un automóvil negro Francisco Florenciano se dirigía hasta la Ma
efería estar encerrado en su habitación para no tener que lidiar con él o su esposa, él que se sentaba en la oscuridad mirando el ciel
opia empresa aún si fuera pequeña, sin tener que obedecer a ese hombre a quien llamaba padre, para eso se dedica
a de la familia Llanes, pero él nunca confirmó ese rumor, aun cuando se los veía juntos en muchas ocasiones como eventos familiares o cenas, nunca se pronunció al respecto. También estudiaba en la capital, era uno de los alumnos más de
co, quién siempre lo trató con mano dura, desde que se divorció de la madre de
eso que decidió mudarse a la mansión de su abuelo, quién lo acepto con gusto, vivió ahí
te de la Universidad se encargaba de una cadena de hoteles y una empresa dedi
de su agrado, pero como en este día se leería el testam
vidar los recuerdos se
Francisco apenas e
ciedad la señora Sofía Viñanez, estaba casada con el empresario Fabricio Florenciano, tuvieron a un hermoso hijo
eran el icono
de Fr
a, yo Francisco Florenciano dest
os at
isco, ¡Ten m
ecera se resbale y
cuidó desde que nací, la mayor parte de mi tiempo pasaba con ella, mi
ue vine directamente al edificio FS, después de salir de mi colegio, le había pedido a Lib
cumpleaños número 7, fue el regalo más senc
a tienda, tenían muchas cosas raras para vender pero la más rara era ese p
ña, según lo que me había dicho era una niña muy amable hablaba con mucha fluidez y era muy b
¡como la niña de la tien
ué mi abuelo me estaba contando
escuchar su
juntos. El día que pasmos por la tienda, lastimosamente ella ya no estaba s
lla y realmente quería que fuéramos amigos. Tal vez sea por eso que am
dirigí con Zamy a la oficina de mi papá, la recepcionista me saludó
ierta, empujé en silencio y despaciosamente, porqué quería darle u
bía visto besar a mi madre, no quería hacer ningún ruido, ni mucho menos a que me vieran, pensé volver en silencio, pero no pude evitar que mi pec
s se asustaron y v
scurría en el piso, fue entonces que sentí que algo pinchaba la palma de mi mano, lo miré y vi que mi sangre escurría de e
me, corrí junto a mi pez y la agarré con mi mano ensangrentada,
asaba una idea, de llevar a
niño de 8 años -¡No q
os pedazos de vidrios en el, pero yo no lloraba por el
va a morir. Dijo
eto de
o digas a nadie! -Sólo olvídalo...sabes algunas vece
uenta que lo único que quer