le digo a ese hombre, ese que estuvo aqu
onrisa discreta-. Sabes que la v
as? -pregu
de ayer
yo me aprenda de memoria los quinient
ero no quiero que piens
determinación y
un café -dice
usco su
dez -comenta cuando le
e quedo
os días con esta muela. Y serio me
ro a ti
ue se quiere se pued
os y saben que... está como quiere. Tiene
as que me encantaría hacerle, porque sí,
altan dos horas
uerte- expreso-. En dos
í no se le quita
ro enton
te aquí por dos
-exp
úo con mi trabajo. De vez
s que haya visto el hombre y me
l se levanta de la sil
...-empi
go -solo tene
asi
cómo vivo mi
sa para mi asombro. Yo n
s mi nombre
son
todo -r
esta no me
enta-, y te he obser
s acos
aría interé
so, un poco oscuro y serio. Muy de
quitándose la chaqueta y colocándol
to-, que la adolescenci
vamente de arriba
mano y me llev
uarto que siemp
r de curvas para tener sexo. Esta vez no necesito esposas, la cama tien
arias veces. Este cuarto humildem
los hombres son unos mentirosos, unos infieles por naturaleza y unas cuantas cosas más,
jar besos en mi cuello. Llega hasta mi boca, pero no me besa. El ambiente se vuelv
cta al sexo!
os ojos. Una mirada oscura, misteriosa, que me vuelve c
e! ¡Eso es
e sobre ella. Y se me hace la boquita agua de todo lo que pudier
nado en tu propio espacio?
rior. El gesto se refleja justo en ese
í nena - expresa con un
ensual. Eso me sale natural-. A mí nadie me manda - bajo mi mano hasta su bulto y
e o sencillamente jugando su carta mágica de una mirada que
mojan las bragas y a partir de ello desatas a una fiera que
onuncio claro,
isfrutando del roce
quiero o me voy! Creo que t
u pantalón-, o follamos como me gusta o me dejas
, es un arma letal en contra de todo ser viviente.
n -expreso mostrando u
uesta a marcharme. Cuando abro la puerta de su cuarto
jugar conmigo? -exp
ándome a la puerta y mirándole dire
bien. Nadie domina a esta fiera...nadie, y si tú llevas dos días siguiéndome los pasos es que claramente quieres esto: ser dom
co de burla, un poco de no saber cómo lidiar conmigo-. Te
ima gota de agua del desierto y no me pongo a compararme con ninguna mujer. Elegí ser como soy porque m
estido y lo voy subiendo hasta quitármelo por encima
ombre -digo sin siquiera enojarme-. Si mamá no te lo explicó, entonces te lo explico yo. A mí realmente no me afectan tus palabras, porque de los cuentos de ha
vez más. Ha logrado que se me quiten las ganas y
cuerdas - susurra-. A
ma y así lo hace. Dejo el vestido justo ahí en el suelo dónde estaba de pie y camino hasta la cómo
puesto fáci
ma de las manos en la cama y gateo hasta que llego a sus manos. Sube un poco su cabeza y deja besos por e
eseas y lo que dices - él se mueve con la intención de soltarse-. Descansa y si tienes t
-grita justo cuando
un autobús que pasa varias veces al día. Paso una sola v
rcho. ¡Qué desperdicio
go reina? -le digo a
s que trabaja conmigo-. En la mesa c
mor de perros. Me di
servo a los dos hombres que se encuentran sen
sa ese que no ha
vanta de la mesa a a
nto a lo que él ni
resp
que me alcance
una maldición. Cuando digo que no di
No me fijé en quien llamaba, pero, sea
r su oportunidad de trab
escucho eso, mi hu
edió? - l
a recepcionista evidentemente no permitió su entrada y ella desató u
or cinco mi
or avisarme- digo y a
, llamo
-contesta d
poco alterada-. Acabas de per
ora. Ya no hay vu
stropub y con un mísero salario que no te alcanza pa
ajo digno -
e gano mis propias cosas gracias a él
o por mí, pero tu estudiaste y te has esforzado muc
logística y transporte así será. Mejor ven cuando termines tu turno en el Upcider y
hoy no es un día e
í estaré. Te dejo ten