img Mi loca perdición  /  Capítulo 2 2. Andrea | 5.26%
Instalar App
Historia

Capítulo 2 2. Andrea

Palabras:1970    |    Actualizado en: 27/06/2024

le digo a ese hombre, ese que estuvo aqu

onrisa discreta-. Sabes que la v

as? -pregu

de ayer

yo me aprenda de memoria los quinient

ero no quiero que piens

determinación y

un café -dice

usco su

dez -comenta cuando le

e quedo

os días con esta muela. Y serio me

ro a ti

ue se quiere se pued

os y saben que... está como quiere. Tiene

as que me encantaría hacerle, porque sí,

altan dos horas

uerte- expreso-. En dos

í no se le quita

ro enton

te aquí por dos

-exp

úo con mi trabajo. De vez

s que haya visto el hombre y me

l se levanta de la sil

...-empi

go -solo tene

asi

cómo vivo mi

sa para mi asombro. Yo n

s mi nombre

son

todo -r

esta no me

enta-, y te he obser

s acos

aría interé

so, un poco oscuro y serio. Muy de

quitándose la chaqueta y colocándol

to-, que la adolescenci

vamente de arriba

mano y me llev

uarto que siemp

r de curvas para tener sexo. Esta vez no necesito esposas, la cama tien

arias veces. Este cuarto humildem

los hombres son unos mentirosos, unos infieles por naturaleza y unas cuantas cosas más,

jar besos en mi cuello. Llega hasta mi boca, pero no me besa. El ambiente se vuelv

cta al sexo!

os ojos. Una mirada oscura, misteriosa, que me vuelve c

e! ¡Eso es

e sobre ella. Y se me hace la boquita agua de todo lo que pudier

nado en tu propio espacio?

rior. El gesto se refleja justo en ese

í nena - expresa con un

ensual. Eso me sale natural-. A mí nadie me manda - bajo mi mano hasta su bulto y

e o sencillamente jugando su carta mágica de una mirada que

mojan las bragas y a partir de ello desatas a una fiera que

onuncio claro,

isfrutando del roce

quiero o me voy! Creo que t

u pantalón-, o follamos como me gusta o me dejas

, es un arma letal en contra de todo ser viviente.

n -expreso mostrando u

uesta a marcharme. Cuando abro la puerta de su cuarto

jugar conmigo? -exp

ándome a la puerta y mirándole dire

bien. Nadie domina a esta fiera...nadie, y si tú llevas dos días siguiéndome los pasos es que claramente quieres esto: ser dom

co de burla, un poco de no saber cómo lidiar conmigo-. Te

ima gota de agua del desierto y no me pongo a compararme con ninguna mujer. Elegí ser como soy porque m

estido y lo voy subiendo hasta quitármelo por encima

ombre -digo sin siquiera enojarme-. Si mamá no te lo explicó, entonces te lo explico yo. A mí realmente no me afectan tus palabras, porque de los cuentos de ha

vez más. Ha logrado que se me quiten las ganas y

cuerdas - susurra-. A

ma y así lo hace. Dejo el vestido justo ahí en el suelo dónde estaba de pie y camino hasta la cómo

puesto fáci

ma de las manos en la cama y gateo hasta que llego a sus manos. Sube un poco su cabeza y deja besos por e

eseas y lo que dices - él se mueve con la intención de soltarse-. Descansa y si tienes t

-grita justo cuando

un autobús que pasa varias veces al día. Paso una sola v

rcho. ¡Qué desperdicio

go reina? -le digo a

s que trabaja conmigo-. En la mesa c

mor de perros. Me di

servo a los dos hombres que se encuentran sen

sa ese que no ha

vanta de la mesa a a

nto a lo que él ni

resp

que me alcance

una maldición. Cuando digo que no di

No me fijé en quien llamaba, pero, sea

r su oportunidad de trab

escucho eso, mi hu

edió? - l

a recepcionista evidentemente no permitió su entrada y ella desató u

or cinco mi

or avisarme- digo y a

, llamo

-contesta d

poco alterada-. Acabas de per

ora. Ya no hay vu

stropub y con un mísero salario que no te alcanza pa

ajo digno -

e gano mis propias cosas gracias a él

o por mí, pero tu estudiaste y te has esforzado muc

logística y transporte así será. Mejor ven cuando termines tu turno en el Upcider y

hoy no es un día e

í estaré. Te dejo ten

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY