fícil. Él era un hombre que amaba su libertad y tomaba decisiones arbitrarias, sin
ina. El trabajo, la ocupación y nuestros horarios, más la condición de vivir en distritos diferentes, le hizo acostumbrar
de vez en cuando allí. Ella era una de las primas con las que mejor me llevaba, congeniábamo
su tienda con la idea de saludar y ver su nueva mercancía. Amo los
lleno de reflejos a quien no conocía hasta entonces. Resultó llamarse Belinda, ser una de las mejores amigas de la dueña y me enteré de que, en sus ratos libres d
me la presentó como alguien a quien ya conocía desde hace mu
erva de Nikko, al no querer incluirme más de lo necesario en algunos ejemplos como ese
atos de todas las tallas h
on ordenadas para crear con ellas un muro de adorno con la finalidad de tapar parte del depósito y así ahorrar espacio. Me encantaba mirar las cajas, estaban pintadas de distinto
uían conversando y al parecer ella había dicho a
olvidada cuando al bajar la vista, me di cuenta de unos zapatos de hombres
vas tenía los tobillos cruzados,
do un holgado jean claro, luego una
P
ago dio
un breve momento pero d
fingiendo u
onos de las orejas y al
ondió casi
os se se
dió el salu
haces allí? -exhalé
Intenté que mis cejas no
í. -Se encog
no lo s
escondido detrás de esas cajas escuchando música en su
Catalina entrando a la tienda como una tromba-. ¡Heeey! Buenos días, chica
puso seria de repente y miró e
a, N
ó él de la misma mane
é las
regunté, con una
ice que siempre vengo a entretener
que viene Nikko, estos se ponen a conver
algo nuevo de qué enterarme con respecto a mi pareja y siempre por boca de otros. Creo que al final nunca me acostumbraría a tanta reserva. Preferí llamar la atención de C
una de las paredes del fondo. Maël se levantó de ta
el cierre de mis futuras botas color negro de t
unque no se escapaba de la realidad, las botas eran
aba mis pies, l
bien -fue lo
que sentí: a mis pies arder cuando dej
las pagué de una vez. No deseaba endeudarme delante
é. Luego se dirigió a la puerta de entrada-. Belinda, voy u
la dueña salió di
ntras lo seguía, me lo qued
aba ese tío, por Dios! La forma co
ienda. Pagué rápidamente, todos nuestros movimientos automatizados, y carraspeé mi garganta para a
s allá? -preguntó ella co
rimo en el centro comercial, pe
o me grabé la
ya instalada en la habitac
comercial irá
e vivo-tonto. Le
. Iré con Harry y mamá
da va con
lzó las
¿Qué
el espejo mientras
bios y me enco
ad
largos, negros, olvidándome de Nikko con Belinda, Maël y su prieto culo, y m