a un rincón y miró al hombre desde ahí. Había sufrido una serie
que lo recorrían lo desgarraban por dentro. Estaba furioso con la persona quien
va lesión, sentía que su
sí que estaba pensando en cómo debía manejar la situación. Después de vacilar
para darse cuenta de que él ha
sorprendió al ver a Zed de pie frente a ella ofreciéndole el pijama a manera de ofrenda
se aferró al pijama como s
riño, déjame echarle un vistazo, ¿de acue
azón cambiaba y no pudo evitar
rataba de oponer cierta resistencia. Ese pensamiento lo tranquilizó y
, todavía me tien
persuasión, ella finalmente bajó la g
rado, por lo que contuvo su tristeza y
ed le sonreía desde que se c
ometo que no haré nada más. Sólo quier
se dirigía a ella dándole órdenes. Nunca ant
mente, asintió. Estaba cruzada de brazos, y había asumido esa posición como estableciendo
acia ella y comenzó a d
estaba nerviosa y que cualquier acción extraña o no des
al decubierto, lanzó un gruñido, pues er
vista, sus sospechas habían sido confirmadas, pero eso no ayudó a mit
ionó a ese arrebato y prefirió observar
Casi no hay ruido en esta sala. ¿Por qué está todo tan si
ayudó a ponerse el pijama de nuevo, y de repen
ría cargo del sufrimiento y la tortura
e de regreso a
e ser amabl
endo sincero o si todo eso formaba parte de un acto. Al
ombre la levantó en sus braz
así que ella apoyó l
preguntó en que
ubrió con una manta y después de eso, le
ió y cerró
que él le había aplicado, sentía que le pesaban los párpados. Las palabras
que se quedara dormida, pero Z
Una vez que su respiración le indicó que estaba do
durmió sorprend
os, Zed ya no estab
ella procedió a inspeccionar sus brazos. El enrojecimiento de la quemadura
Mientras que el comportamiento de su familia no era nada fuera de lo nor
caminó hacia las co
illaba co
zzzu
o vibró de
vistazo a la pantall
su p
nsamientos acerca de lo que su padre haría. A pesar de todo era respetuosa con su padre y con su madrastra, independientemente de cómo la trataran.
llamada. Antes de que pudiera decir algo, oyó un gr
¿Qué diablos