as
o extra en el Hotel Hollyday que ha estado drenando mi energía. A punto de rendirme, me retracto al recordar las enormes deudas con las casas comerciales y otras responsa
Bueno, quizás estoy exagerando un poco, ya que Víctor ha sido un buen amigo... perdón, un amigo con derechos, según mi percepción. Pero eso no es lo que deseo; soy consciente de ello. M
mpre le decía que no a Víctor; no me di la oportunidad de tener algo serio. Quizás él hubiera sido un buen hombre en m
so del amor. Por ahora, mejor sola que mal acompañada. Aunque una noche no le hace mal a nadie. Hasta do
á mal en la escuela, de eso no me quejo. Sin embargo, nunca termino de completar mis otras
habitación, me quito los tenis y me pongo mis crocs. Luego, bajo a buscar una gaseosa Coca-Cola retornable. Chas
cuentro con mi amiga. Ella sonríe
ngo deberes. -Amiga, tienes 26 años, pero pareces de 60. ¿Por qué nunca te diviertes? Sé que debes cuidar
azón. Sin embargo, todo eso se acabó cuando falleció
amiga. No quito tu razón, pero des
suspira
in de semana en
s de semana los paso en el Hotel Holiday Inn, limpiando las habitaciones, lavando en lavado
enderá hasta que e
a que m
*
Nuevamente quedé sola; mis amigos son mis gatos, Misifu y Kara. Ellos son los únicos que me entien
as camas con sus cubiertas ya listas. Al terminar, anoté mi hora de salida y me senté a esperar mi pago. Cuando llegó mi turno, quedé mirando el lugar recreativo por un rato. Solté un suspiro y decidí que era hora de
s de media hora, bajo en la parada y cruzo la calle. Son más de las cinco de la tarde. Camino vien
s Víctor. Al verme, se pone nervioso, y es obvio porque está con una chica y piensa qu
-tuerzo los dedos al
, ¿y tú? -Se rasca el cabello, dirigien
ya que tú sigues recha
za. Le palmo la es
que las mujeres no son diario. A
e tratas de sonreír en las buenas y
-respondí trata
pago y tomo la caja de pizza. Luego, pago los
o lloramos. Así es, mi madre aún no supera la muerte de mi papá, y yo, por desgracia,