e echan a la calle. Si aún somos niños, nos preguntamos en situaciones angustiantes, que pasará si mis padres no tienen para alimentarme. Esto sucede cuand
emos, sino que hemos pas
r que todo esto no pasa por falta de alimento, de ropa
definitivamente no. Tenemos que hacer lo necesario día a día para contar con el alimento diario, pero las preocupaciones no deben agobiarnos, todos pasamos
sis
la tierra, luego sopló en sus narices un alient
sis
emejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las
l a través de un soplo en la nariz o aliento de vida. También significaría estar hecho de dicha materia para dar vida al hombre íntegramente. Existió desde el principio
analogía indica: "y sopló sobre la nariz", el hombre respira y si respira la materia del oxíge
un poco de sí en ello, es decir cuando estoy haciendo este texto estoy poniendo una parte de mí en el relato y eso hacemos todos al crear algo por simple que sea, al cepillarnos los dientes usamos la técnica
la voluntad de nuestro Señor. Es el compromiso, la decisió
vidas, es porque perdemos el sentido de nuestro espíritu, el cual Dios nos lo dotó. Es así que cuando vino J
ando se apagan nuestras intenciones, cuando se nos apaga el amor,
s 2,
un ruido como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y
como la forma de una ráfaga d
3,
agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es na
al bautismo como nacer de nuevo, es deci
o sabía todo, lo narra en forma de parábolas. No obstante, ahora, en psicología y para muchos otros aspectos de la conducta, es necesario entender que el hombre está compu
16, 7
el Consolador no vendrá a vosotros; pero si yo me voy, os lo enviaré. Y cuando
alabras finales son: "y del juicio". Es decir, toma un papel tra
n 2
o de que le dijese por tercera vez: ¿Me amas?, y le dijo: Señor, tú sabes
anterior donde dice que Jesús se va, es porque al irse el consolador, El Espírit
o 16
bre esta roca edificaré mi iglesia; y las pue
nto es consolar y tendrá un enorme s
mis ovejas", porque Jesús al preguntarle tres veces quiere que tenga claro qu
rsículo
n 2
, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya
lación co
s 23
n el árbol verde, ¡qué n
debe olvidar su función principal, al crear su iglesia con Él, es de tener viva la llama del Espíri
siendo "el árbol verde", es decir, la iglesia joven. Porque Él es la cabeza de la iglesia y es el árbol verde. Pero cuando Él se vaya, nos deja a su suces
libro del Apocalipsis, cuando "y está para subir del abismo e ir a perdición", en el Apocalipsis, el ma
el demonio, quien "será echado a perdición" al final de los tiempos. Todo hace indicar que la igle
ipsis
nera que aun hace descender fuego del c
utoridad de alguna forma no le será quitado el Espíritu Santo. No prevalecerán los poderes del infierno, es decir, la fuerza de la iglesia
n 1
plandece, y las tinieblas n
ndo nombró a Pedro, al igual que Juan lo n
n 1
a, y la vida era la
s puertas del infierno no prevalecerán contra ella" eso dic
o 12
será perdonado a los hombres; mas la blasfem
erán perdonados. Porque Jesús indicó: "Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será p
. En estos momentos finales, nos necesitará. Al percatarnos de que nos está llevando, con su mentira y engaño, a la condenación
eo
svaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nad
que Dios nos dejó. No podemos quedarnos impávidos ante lo c
os actúa; es el moment
o 24
nte y se muestra hasta el occidente, así s
zca a Dios como el que los libera
s 21
no entren en ella. Porque éstos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de l
sia también, actuar e
21,
es dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el
seguidores, equivalente a la iglesia al final de los tiempos, con
10,
cid: Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos
se ha acercado el reino a ust
o 22
n a todos los que hallaron, juntamente malos y
án incluso los malos porque reconocerán
22, 11
migo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que serví
o Señor, podremos reconocer al de
u lo que da v