ímite y realmente deseaba descansar, pero eso era un lujo que no podía darse, sobre todo cuando sus cachorros depen
bido a sus aventuras cuando era joven y este era el límite entre el territorio humano y
agua después de dos días y medio caminando y además alimentando a sus crías. Si a eso le sumaba que
ra había nacido los humanos y lobos habían llegado a un pacto y la invasión de cada terr
el pacto que se había llevado a cabo y donde los lobos, siendo los victoriosos solo habían exigido una cosa
por precisamente el alfa de todos ellos al ser llevada durante el celo de él. Y por muy peligrosa y hasta
ilómetros más al fin lo vio entre los arbustos y árboles. Una
no contra su cuerpo, estiró la otra y comenzó a tomar agua saciando por fin la sed
y los acarició haciendo leves sonidos con la boca
y el agua se movía de forma peligrosa. Tragó en seco. Recordaba que al ser llevada varias partes del trayec
a poco comenzaba a mojar sus tobillos... cuando escuchó un sonido detrás de ella que l
r, acaso...
que el agua llegó a la mitad de su tórax. Se estremeció ante la fuerza que tenía el movimiento del agua que casi la arrastrab
convicción dando paso tras paso quedando casi exhausta cuando logró cr
posición a salvo. Xana puso cada mano en el borde para impulsarse hacia arriba encontrando en este marcas de pata de lobo que habían quedado plasmadas allí. De
que la oiría e iría por ellos. Así que subiendo por el borde hacia arriba abrió los labios par
. Y al ser tirada de nuevo hacia la superficie sin darle tiempo a respirar algo fue introducido en su boca y al
abía p
staba
lmente Xana- una voz familiar la hizo quedarte
oxígeno los rasgos de su esposo eran inolvidables. Ese cabello negr
o te lo dije- él se arrodilló al lado de ella y le tocó la mejilla con
ro le era imposible. Uno de los hombres que habían ido con él, mucho más robusto y fuerte la tenía tan bien sujeta que sus hueso
le alzó la cabeza a la mujer estirando el cuello de esta. Si no fuera p
on esos lobos- miró por encima del hombro- y ya no tendrás que tener
do evitar que su mundo se pusiera completamente negro. Su mirada se fue opacando
Se había aferrado a la conciencia con dientes y uña
orros- uno de ellos le dijo. Sabían las consecuen
se corrió el cab
ad salió de ella, debí matarlos cuando estaban en su interior, solo no lo hice para no causarle daño, pero el destino está escrito, Xana es mía- sonrió con prepotencia- Nos vamos de regreso y llevemos
ciente y herido de la mujer de