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Historia
El sabor de tu amor

El sabor de tu amor

Autor: chary CA
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Capítulo 1 1

Palabras:2445    |    Actualizado en: 04/03/2021

eras nieves de la temporada. Eran las ocho de la mañana cuando Diana llegaba, enfundada

nto. «Abuela, esto es por ti», pensó mientras su mirada tranquila y transparente se empañaba por las lágrimas ocasionadas por el recuerdo. Siempre le enseñó que para co

bía sido, se agachó para recoger los folios esparcidos a sus pies. En ese preciso instante un rostro, presidido por u

, no te h

porte color negro y una sudadera roja con capuc

frío recorriera su espina dorsal. Temblor que terminó con el aumento del ritmo de

Que tengas un buen día -objetó

a quedaba perdida en aquel moment

z en el hall, la voz de su amigo Di

s. Cuando Diana le llamó, tras la muerte de su abuela para decirle que necesitaba dejar Valencia y encontrar trab

nor para este hospital recibir

depositó sendos bes

y no me pongas más nerv

e estarás muy a gusto. Somos una pequeña familia. -Pellizcó su mejilla-

nerviosa y no tenía nada de hambre -confesó con un gest

omer. Estás en los huesos. Ade

on suavidad, le masajeó la esp

luego comeré. Ahora lo primero enséñame

está

mbro se dirigieron h

🦋

erminado, se cambiaba en los vestuarios cuando la

espués de un año fuera re

ataba una de sus zapatillas bajo la atenta mirada

lares más prestigiosos del hospital. Verlo aparecer vestido con pantalón

nzar. Volver aquí me resulta duro, no he pisado el hospital

smo hospital. Lo sé, amigo. Ya ha pasad

te gustará escucharlo. Ayer pedí el traslado al Gre

an amigos desde la universidad y siempre tuvieron la suerte de trabajar juntos, no le gustaba la idea de q

noche una fiesta de bienvenida. -La cara que puso Santi lo hizo sonreír-. Lo sé, no te gu

rdo, el ginecólogo con más fama entre las mujeres, cuando se

gino que no ten

ó con med

rece que a todo el mundo le ha dado por romp

resó Santi mientras te

bila y no te va a gustar nada

rrogante esperando

as de Pascu

regorio? ¿Ese trepa, t

escuchado viene con la m

gue de aquí -afirmó Santi enrollando una

tendido que entra

hombro de Julián-. Me voy a la ducha que llego ya

ra tu vuelta, te he echado mucho de me

e verte. Tendremos tiem

�🦋

léfono en su oreja. Acababa de llegar a casa después de haber

se interesó Diego por conocer

cambiaba los zapatos por unas cómodas zapatillas de ir por casa, de esas

as coger la documentación e informarme que me incorporo mañana con el equipo del Doctor Julián

ospital, es la alegría personificada. Te gustará, ya lo verás; además, es u

io, de eso ya tuve bastante. Quiero centrarme

zumo y unas nueces, ahora después de toda la mañana su

ir estás lista. Mira, de momento esta noche organizan

blanco ante la sugerencia de su amigo. Lo que de verdad le apetecí

no me vas a con

quiero presumir de acompañante ante el resto de los compañeros; segun

ligues, por favor. Sabes que n

que a tu abuela no le gustaba que te quedaras en casa lamiéndote las heridas. Ella se fue con la

tiempo, Diego

a que Diana aprovechó para limpiar la lág

o pienso ceder, Diana, y a cabezota no me vas a ganar. Mueve ese

ontestar colg

ana comprobó la hora y tras dejar escapar un largo suspiro, se levantó dispuesta a seguir las órdenes que

ue conllevaba cada visita. Por fortuna, Almudena, enfermera de la planta de cirugía, era una mujer eficiente y estaba ya muchos años al servicio del doctor Carmona, ambos se compenetraban de maravilla. El

a terminado. Sé que le han organizado una fiesta, espero que no se ofenda si

familia no era consciente de la suerte que tenía. A sus sesent

e si yo pudiera

Hace un año que está fuera y

muerte de mi madre ha ca

tón, a pesar de su apariencia, seguía llorando la pérdida de su madre c

estoy segura de que el señor

tenga más. Márchese y descanse,

se marchó, dejando a Santi p

és unos nudillos go

pue

ostro de Santi se contrajo al verla aparecer, después de aquella guardia no le

tres años aún no podía perdonarle su infidelidad. Si algo era primordial p

no por ti. Aun así, he estado en rayos esperando todo el día tu visita. -Tras un pequeño silencio que aprovechó para sen

tar. Era evidente lo incómodo q

por favor,

esión, se le acercó y aca

no volverás a estar conmigo. Recuerda que

será mejor mantener entre nosotros u

la puerta. Al llegar, giró su rostro y clavó la mirada en el hombre

le conmigo esta

desapa

apetecía era marcharse a casa, poner su música preferida y dedicarse a leer durante un buen ra

media hora estaré

bar que Julián no le i

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