eras nieves de la temporada. Eran las ocho de la mañana cuando Diana llegaba, enfundada
nto. «Abuela, esto es por ti», pensó mientras su mirada tranquila y transparente se empañaba por las lágrimas ocasionadas por el recuerdo. Siempre le enseñó que para co
bía sido, se agachó para recoger los folios esparcidos a sus pies. En ese preciso instante un rostro, presidido por u
, no te h
porte color negro y una sudadera roja con capuc
frío recorriera su espina dorsal. Temblor que terminó con el aumento del ritmo de
Que tengas un buen día -objetó
a quedaba perdida en aquel moment
z en el hall, la voz de su amigo Di
s. Cuando Diana le llamó, tras la muerte de su abuela para decirle que necesitaba dejar Valencia y encontrar trab
nor para este hospital recibir
depositó sendos bes
y no me pongas más nerv
e estarás muy a gusto. Somos una pequeña familia. -Pellizcó su mejilla-
nerviosa y no tenía nada de hambre -confesó con un gest
omer. Estás en los huesos. Ade
on suavidad, le masajeó la esp
luego comeré. Ahora lo primero enséñame
está
mbro se dirigieron h
🦋
erminado, se cambiaba en los vestuarios cuando la
espués de un año fuera re
ataba una de sus zapatillas bajo la atenta mirada
lares más prestigiosos del hospital. Verlo aparecer vestido con pantalón
nzar. Volver aquí me resulta duro, no he pisado el hospital
smo hospital. Lo sé, amigo. Ya ha pasad
te gustará escucharlo. Ayer pedí el traslado al Gre
an amigos desde la universidad y siempre tuvieron la suerte de trabajar juntos, no le gustaba la idea de q
noche una fiesta de bienvenida. -La cara que puso Santi lo hizo sonreír-. Lo sé, no te gu
rdo, el ginecólogo con más fama entre las mujeres, cuando se
gino que no ten
ó con med
rece que a todo el mundo le ha dado por romp
resó Santi mientras te
bila y no te va a gustar nada
rrogante esperando
as de Pascu
regorio? ¿Ese trepa, t
escuchado viene con la m
gue de aquí -afirmó Santi enrollando una
tendido que entra
hombro de Julián-. Me voy a la ducha que llego ya
ra tu vuelta, te he echado mucho de me
e verte. Tendremos tiem
�🦋
léfono en su oreja. Acababa de llegar a casa después de haber
se interesó Diego por conocer
cambiaba los zapatos por unas cómodas zapatillas de ir por casa, de esas
as coger la documentación e informarme que me incorporo mañana con el equipo del Doctor Julián
ospital, es la alegría personificada. Te gustará, ya lo verás; además, es u
io, de eso ya tuve bastante. Quiero centrarme
zumo y unas nueces, ahora después de toda la mañana su
ir estás lista. Mira, de momento esta noche organizan
blanco ante la sugerencia de su amigo. Lo que de verdad le apetecí
no me vas a con
quiero presumir de acompañante ante el resto de los compañeros; segun
ligues, por favor. Sabes que n
que a tu abuela no le gustaba que te quedaras en casa lamiéndote las heridas. Ella se fue con la
tiempo, Diego
a que Diana aprovechó para limpiar la lág
o pienso ceder, Diana, y a cabezota no me vas a ganar. Mueve ese
ontestar colg
ana comprobó la hora y tras dejar escapar un largo suspiro, se levantó dispuesta a seguir las órdenes que
ue conllevaba cada visita. Por fortuna, Almudena, enfermera de la planta de cirugía, era una mujer eficiente y estaba ya muchos años al servicio del doctor Carmona, ambos se compenetraban de maravilla. El
a terminado. Sé que le han organizado una fiesta, espero que no se ofenda si
familia no era consciente de la suerte que tenía. A sus sesent
e si yo pudiera
Hace un año que está fuera y
muerte de mi madre ha ca
tón, a pesar de su apariencia, seguía llorando la pérdida de su madre c
estoy segura de que el señor
tenga más. Márchese y descanse,
se marchó, dejando a Santi p
és unos nudillos go
pue
ostro de Santi se contrajo al verla aparecer, después de aquella guardia no le
tres años aún no podía perdonarle su infidelidad. Si algo era primordial p
no por ti. Aun así, he estado en rayos esperando todo el día tu visita. -Tras un pequeño silencio que aprovechó para sen
tar. Era evidente lo incómodo q
por favor,
esión, se le acercó y aca
no volverás a estar conmigo. Recuerda que
será mejor mantener entre nosotros u
la puerta. Al llegar, giró su rostro y clavó la mirada en el hombre
le conmigo esta
desapa
apetecía era marcharse a casa, poner su música preferida y dedicarse a leer durante un buen ra
media hora estaré
bar que Julián no le i