img El sabor de tu amor  /  Capítulo 4 4 | 80.00%
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Historia

Capítulo 4 4

Palabras:2307    |    Actualizado en: 21/07/2021

oda y feliz. Por supuesto que trabajar con el doctor Martínez había influido bastante, Julián resultó ser tal y como Diego le había contado. Además, d

Velasco, qué hono

oídos a pesar del intenso ruido que e

iga siempre andaba en las nubes, en sus pensamientos llenos de recuerdos y sueños. Alg

o Soler, no espera

mprobar que ella, una vez

sin saber de ti. Ni te veo aquí ni en

ue llevemos turnos diferentes. Es sencillo:

cilla de no dis

utimos, al menos

acabamos haciendo lo que tú quieres

dad lo c

a por un eterno suspir

pasa D

. Él era el único que la llamaba de esa fo

sabría explicarte por qué -le co

a siempre ha sido un libro abierto para mí.

o se m

er cuya alma luchaba ante el miedo y al abandono a

no te tienes que pr

el mundo quería que nadie notara que

a espera de una explicación, se

ina del hospital que doblo me debato entre las ganas de volver

i vencedores ni vencidos, solo supervivientes. Sea como sea, este combate se prevé interesante, se aceptan apues

n Julián, te

nzó a contarle lo bien que habían congeniado y cómo él la ayu

a la cafetería, le apetecía tomar el aire y no le ape

cavilaciones quedaron detenidas cuando divisó una melena pelirroja en una de las mesas ubicadas al fondo del local. Mordió su la

onversación con Jul

esó Santi cuando, sentado en la mesa, d

tró en Julián quien, ajeno a todo, siguió con su parloteo-. Es una pasada, tío. Dulce, trabajadora y con una empatía con los pacientes muy

sonrió con picardía a la espe

iene pareja. Según me d

ede intentar. Lo único que me haría no acercarme a

aquellas palabras f

me con jueguecitos amorosos a estas alt

elo, después vuelve a mirarlos y comprueba que ello seguía en su conversación y a él se le habían pasado las ganas de café, por lo que regresó a la

UCI, el paciente que acaban

voy para allá. Si me

da, encaminó sus pasos a donde en eso

box la madre del

der decir más se derrumbó

ervó e inten

que el corazón de Yago se reponga y no deje d

doctor, sabía que estaba en las mejores manos

donde Yago seguía se

r Soler, necesit

eguro de que la operación había sido un éxito, pero algo se le escapaba. Aquellos resultado

i, ponme en

Carmona. En la reunión previa su compañera, la doctora C

r a Diego, no pudo evitar reco

. Sé que algo se escapa y debemos dar con ello. Tenemos que unir fuerzas si

do la doctora Cano y volvemos a revisarlos y comprobamos si se nos ha

pongo de todo el tiempo para estar aqu

a, adoraba su profesión y cuando la prioridad era

ban con el seguimiento de la evolución de Yago,

go sonó con la lle

turno ahora. ¿Te

a que aquella era su comida preferida. Le costó rechazar la invitac

des quedar con ella. Voy a pasar la noch

se ponía interesante. Santi pensaba que Diana y él eran pareja. Además,

y estos primeros días son difíciles para ella -contestó

dientes al fijar su mirad

le había roto a aquella mujer. De camino a su despacho y al pasar cerca de la consulta de Julián, lo vio sali

án. ¿Ya ter

, Ricardo te presento a Dian

asco. Estos días he oído

apodaban. Por primera vez lo tenía delante y pudo comprobar que desde luego las descripciones que de él le habían dado le hacían justicia. Ricardo era un hombre de un metro ochenta de estatur

decir al despedirse de el

se interesó Ricardo con picardía

eligente, que ya está pillada.

res al doc

en su rostro sor

qué te sorprendes la ve

Diego, desde la muerte de su muje

lirroja lo hizo cambiar de

emos quien nos puede

y divertidos, exc

odr

unta se apoderó de ello

Pandora me ha llam

tengas suert

de se ubicaban los despachos sal

e que a estas horas de la noche

sonrió nerviosa a

a lo está esperan

tora y se encaminó al despach

, a qué debo su u

les y lo miró fijamente, respiró hon

pital. Tu madre me pidió que te contratara y la verdad, es

rrumpida p

es cuestan caros. Pandora no te an

. Necesito que seduzcas a

olvidara de Santiago y la mejor manera era liarla con alguien. And

qué necesitas tal

ate de seducirla y todo funcionará a

a directora; pero, por lo visto, lo que ella le pedía era algo q

n intentarlo, pero sabes tan bien como

eres capaz de que Sant

e pongo manos a la obra, tod

sidad de mirar. Apoyada en la abertura pudo observar un cuerpo atlético que lucía un tatuaje que le ocupaba el antebrazo, se perdió

plicará demasiado. Mejor quédate cómo estás: sola y sin compromiso», pensó mientras se vestía ajena a su alrededor sin percatarse de que alguien entraba en los vestuarios hasta que al ir a

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