EY
i hermana es tres años más joven y se acaba de casar, así que mi madre asume que tengo que ponerme a ello. Entonces, mi coche se averió de camino al hospital el jueves. Tuve que llamar a un ta
a escapado. Iba a preguntarle su apellido y su número porque la noche anterior había estado demasiado borracho y había sido demasiado estúpido como para preguntarle,
la. Abro los ojos y veo un mechón de pelo castaño
os veces para asegurarme de que no estoy alucinando; diablo
n leche y esos ojos dorados. Y hay una niña pequeña en su cadera. Me mira un poco raro
ndole que me acuerdo de ella. Cuando llega a mi mesa, le hago se
xpresión extraña, pero intento co
decirte. -¿Algo que decirme? No teng
? -Mi voz es un poco te
nes con queso. -El chico del mostrador
la bolsa para llevar y camina hacia mí. La niña es igualita a ella, me da envidia el hombre que consiguió hacer un hijo con ella
úmero y podríamos ir a tomar un café para hablar
ner. Organizar
ía preocuparme? Sobre lo
emblan ligeramente cuando coge e
adiós,
or la puerta. Qué raro. No esperaba volver a verla y meno
pero me doy cuenta de que
despeja la mente, que es si
anto tiempo para reunirnos, pero vamos a tomar algo y hacemos ejercicio juntos. Volvemos a l
todo sobre Emiliana y esa noche, así
ojos se abren un poco y se queda
que tenía que irse, así que cogió mi número y
na como la Emiliana que
o la garganta como el
ay
ar algo conmigo
e sabe que no quiero hablar d
dos horas y luego nos d
a la vuelta de la es
tú
dos sabemos que yo he teni
edimos una botella
lo guapa que estaba hoy. O cómo su cuerpo se veía aún mejor que esa noche. Ella es mucho más baja que mi 1,90, probablemente alrededor de 1,70, pero
e gesto con la cabeza