ubir y bajar descontroladamente, cada intento de llenar mis pulmones con aire se volvía inútil, como si el oxígeno se
peración mi pecho, buscando alguna señal de calma en ese frenesí incontrolable, pero solo encontré caos y des
baba en el aire cargado de tensión mientras
mbra que se acercaba lentamente, llenan
ios se negaban a pronunciar esa advertencia; mis cuerdas vocales parecían estar paralizadas por el miedo. El temor me
a daño -logré murmurar finalmente
ia mí, ignorando mi súplica. Antes de que pudiera reaccionar, perdí el equilibrio y caí de
de preocupación y firmeza mientras se inc
recorrer mi columna vertebral. No quería sentir su contacto, no después de
o cómo las lágrimas luchaban
conmigo -me instó, tratando de calmarme. Pero sus palabras eran solo ru
que de
profundamente, a dejar que su voz me guiara hacia una calma que parecía inalcanzable. Poco a poco, las oleadas de pánico empezaron a disiparse. Sentí su mano
ita Clark? -pregunt
o estaría mientras él estuviera cerca. Mi cuerpo seguía temblando y mi
ntra una joven? -interrogué, mis ojos clavándose en los suyos,
e antes de responder, como
as no son lo
a confirmar mis sospechas. Sentí una oleada de alivio mezclada con la
prefiere reagendarla? -preguntó, levantá
o de nuevo, pero nec
ahora -pedí, con mi
eticulosidad. Su expresión era impasible, pero sus
s detalles que había dejado sin completar. Mis manos temblaban incontrol
ia en algún campo administrativo, también dej
releer mi currículum. Cada palabra que pronunciaba
versidad fui una alumna muy prometedora -r
n se ve alterada y pálida,
ue su voz sonaba genuina, algo en su tono me mantenía
e encontró una jarra y un vaso. El líquido transparente burbujeaba ligeramente mi
aron ligeramente. Sentí una descarga eléctrica recorrer mi cuerp
irando fijamente el desastre que había causado, incapaz de enfrentar sus oj
de hoy -me disculpé rápidamente, sinti
o podré contratarla. El puesto que se requiere es como asistente
ije, tratando de calmar mi respiración acelerada, con mi
i altura y llevó su mano a mi barbilla, alzando mi cabeza que aún permanecía agachada. -También d
tando apartar la mirada, sintiendo
ño de la compañía a la que us
a programación -respondí, aún
deseaba, seguro mi secretaria la asignó a mí -se acercó más, su p
, y comencé a caminar hacia la puerta, decidida a
interesa ser su asistente -hablé con f
él puso su mano sobre la mía, deteniéndome en seco. Su toque er
ie más -dijo, y me giré para encontrarme con sus ojos, que ahora parecían más os
en un susurro, intenta
ecieron eternos, sus ojos explorando cada rincón de mi alma. Fin
guir viendo
y sentí un alivio momentáneo al respirar con más li
as familiar, tal vez sea por e
lgo en su tono y en sus ojos me decía que había más en juego de lo que él dejaba ver. Mi
el misterio que parecía envolverlo. Pero mientras me alejaba, no pude evitar sentir que esa no sería la última vez que nuestros caminos se