El romance prohibido de la princesa loba

mbres lobos, no solo en cuanto a poder físico y político, también p

a más valorada ya que, además de sanar a otros era capaz de sanar sus propias heridas y enfermedades, lo que la hacía pr

ro varón Kiara era la próxima matriarca de reino de Ulvania, la heredera al trono, claro que para hacerlo debía encon

eran aquellos que pertenecían a la realeza y los más altos rangos de la aristocr

ir y complacer a los Alfas, no importaba si se conocían o no, esa jerarquía se debía respetar. Podías reconocer a un Alfa fácilmente

como la luna, una cabellera larga, lisa y blanca, siempre usaba vestidos de seda largos lisos o esponjosos, pero lo más importante era su bello corazón, gentil, amable y compasiva.

a que saliera así de palacio y

esos betas no valen la pena el riesgo-

además si yo no les ayudo ¿Quién lo hará? Hay enfermedades que no

xisten las audie

uficiente- I

Respondió el rey, kiara puso los ojos en blanco- Insisto,

ro p

bra, además hay cosas más i

más importante que

ijo el rey Máximo, Kiara se atoró

ijo ella alg

, tienes que encontrar u

o todo el conocimiento necesa

no pasará- Re

o pad

zaremos un evento para que puedas conocer a los solt

namoró de alguien que no sea de la realeza? ¿Qué ta

soltó una

- Empezó a decir, luego se interrumpió- Espera, no me

qué mis opciones tienen que ser de

ó, sabía muy bien que cuando a su padre se le metía un

¡Pero no dejaré de ir al

áximo con una sonrisa- Está bien, pero un

dose de hombros, aunque secretamente empezaba a h

ó en su cuarto, cuando Luna tocó

, ven, es sel

só con ella?- Res

ente Luna- Ven, tienes que ayudarla-

to, pero di

ansformación y en uno de los cambios hubo un p

que pasan, menos ma

en una fuente estaba Selene llorando, sus risos plateados

reciosa, ¿

er y se quebró- Dijo mostrándole su pierna izquierda que tenía la mitad del tamaño que l

ermana en las manos, el diamante de su collar empezó a brillar y deslizand

uello, Selene era alta para su edad, así que no le costaba trabajo

rla, luego estaba Luna, la segunda hermana, ya tenía 15 años, tenía pelo ondulado hasta el codo y su madre ya le había empezado a hablar de pretendientes y su futuro matrimonio pero ella prefería pasar sus días en el bosque donde podía aprovechar sus habilidades para manejar los elementos de la na