e metí a la cama con sigilo y me acerqué lo más que pude para sentir en mis fosas nasales la dulce fragancia de
rmir abrazada a mí y tampoco permite que yo me le pegue. Quisiera que las cosas fuesen di
cerré los ojos, esperando una respuest
*
sentido trabaj
repentino interés por saber el
ó con una sonri
sencillo de lo que pensé. Gracias por la oport
stado, algo poco usual en ella-. Debo
oy sábado? -quise saber,
ientes. Estaré de regreso en la t
o de seguir disfrutando de mi desayuno. Son pocas las veces que trabaja los
lado, que se marcha a la casa de campo para estar allí sola y tener un espacio para sí. No la culpo
oa me sacó de mis pensamientos
uedó p
le haya gusta
tienes que ser t
e y le deb
iejo -bromeé y neg
-hizo silencio de golpe y bajó la cabeza con el rostro tan
u sinceridad me
por tu halago -le resté importancia, divertido por lo
, s
ada mejor que hacer. Si me quedo de brazos cruzados, esperando que Agatha llegue, mi cabeza no d
nificarle nada. Y no quiero seguir pensando en todo lo que hago para ganarme su amor y ella no sabe apreciarlo.
o, aunque sea, que me brinde un sincero abrazo? Claro que
a. ¿Es cosa mía o se sonroja con facilidad? Quien debería sentir vergüenza sería yo y no ella, pero su comentario, por alguna razón, m
prov
cias
o -tomó la bandeja en su mano y s
ame así por más que le diga que no
ín, sintiendo la soledad a mi alrededor. La tarde estaba
a Noa caer de lleno al suelo y me apresuré en ayudarla a levantar, al
no te vi -
oy, también venía distra
ecido físico que posee con mi esposa. Su cabello, aunque es un poco más oscuro, es igual de lacio. Sus
untó y cruzamos mirada, solo
aspeé-. ¿No t
N
spacio-. Cuando Agatha regrese, por favor
saber a l
donde mismo había venido, sinti