dirigía hacia el bosque. La conversación con Martha había sido esclarecedora, pero no había resuelto todos su
as caídas y ramitas secas que crujían bajo sus pasos. La vegetación se hacía más densa y las sombras se alargaban, creando un juego
entre la vegetación, se alzaba una estructura antigua y majestuosa. Sus muros de piedra estaban cubiertos
s estaban adornadas con frescos desvanecidos que representaban figuras y símb
visión fantástica y tenebrosa: una mezcla de sombra y sustancia, con una figura que parecía flotar en lugar de caminar. Su cuerpo estaba compuesto de una neblina negra y amorfa, qu
nado que parecía un mosaico de fragmentos sombríos. De repente, un profundo eco resonó de
io de este lugar? -la criatura habló con
a. La presencia era imponente y perturbadora. Con el corazón latién
Cámara del Viento. No pretendo causar daño, solo
ste lugar está protegido por antiguas fuerzas que no toleran a los intrusos sin un
a de ansiedad y determinación. -¿Cómo pued
a medida que se movía. -Debes enfrentar una prueba que revelará tu verdadera motivación
n indicó un área despejada frente a la entrada, donde aparecieron en el suel
conocimiento y la búsqueda de la verdad. Las preguntas eran abstractas, formuladas de manera que requerían tanto intelecto como introspección
uardián se detuvo, su forma flotante estabilizándose mientras exa
una mezcla de aprobación y advertencia. -Puedes entrar y explorar, pero ten cuidado. Lo qu
bral y entró en el vestíbulo, donde la luz tenue que entraba por las rendijas iluminaba vagamente los frescos de
ban escenas fragmentarias de una civilización antigua: figuras estilizadas en ceremonias, escenas de naturaleza exuberante y símbolos desconocidos.
sgastada. A su alrededor había una caja de madera deteriorada, su tapa medio rota. Dentro de la caja, Liora encontró varios objetos de interés: discos de piedra tallados con inscrip
ímbolos parecían ser una mezcla de caracteres antiguos y patrones geométricos, pero su significado le resul
bosque en un manto de sombras. Mientras se dirigía de regreso al sendero, el guardián aparec
ecuerda que lo que has obtenido aquí no es sin riesgo. La búsqueda del conocimiento tiene sus propia
eterminación, sostuvo su mochila con firmeza. -Lo
regreso a la posada. La advertencia del guardián resonaba en su mente mientras reflexionaba sobre lo que había