img Inmune a sentir  /  Capítulo 2 Keira | 6.06%
Instalar App
Historia

Capítulo 2 Keira

Palabras:2196    |    Actualizado en: 07/10/2024

nercia. Solo lo miré tres segundos, pero me bastaron para admirar los semejantes dotes que le había dado la naturaleza. Terriblemente sexy, muy masculino, su posición le hacía parecer artista de t

ensación agradable. Yo soy puras sensaciones. Voy al lava

to de Andrea, mi mejor

n polvo increíble -se unta

a ti. No tenía que haber ido -le quito la

e estrés -por sus movimientos supongo que va a preparar otra tostada-. ¿Conociste a algún hombre ayer? -no respondo, extiendo la mano pa

"conocer", no realmen

ando como si nunca ningún hombre te

tre mi subconsciente y yo. Realmente ridícula-. Juro que le daba hasta lo

celebro y tu vocabulario -c

dispongo a cont

a rebanada de mantequilla-. ¿No me v

de la barra estabas nerviosa, mueves mucho el pie derecho cuando eso ocurre. Y no me trates de decir que fue la multitud por

uando un hombre clava su mirada en mí, desde que e

que te sucedió.

enía todo y

me el palo aquí mismo? -imita a u

ló. Necesitamos trabajar en eso del dicci

acaste eso?

una locura. Creo que en mi cortiquísima lista de fantasías sin cumplir, acost

cubano espe

l diccionario y te sale: cubanos

emejante locura,

es, tuve que sacrificarme mucho para que es

Cabe aclarar que en ningún momento estuve de acuerdo con que hiciera eso, pero ella, aunque haya mencionado la p

a, todavía qued

película para ver. Ni se diga más, El Conjuro, elijo esta. Es una película de te

ánticas son siempre lo mismo. Me gusta el misterio, la intriga, que no sepa con qué me sorprenderé después. En las pelis román

ones. Estar así me encanta y lo voy a extrañar cuand

os trabajando ahí. No sé exactamente qué le sucedió al dueño, pero de pronto alguien más hab

ías para luego venderla por pedazos. De este modo qued

resa de logística situada en el puesto número uno del conglomerado empresari

iento que alguien me persigue. Corro lo má

. No puedo ver nada, un escalof

rinco en

dormida, no terminé

o. ¡¿Qué?! Las dos

zul marino ajustado, una camisa blanca y unos tenis a juego con la camisa. Recojo mi pelo

destino A.S.

contando la cantidad de plantas -digo mient

n la recepción-. Tengo un

quillada perfectamente y vestida

rán aquí un poco más por sonreír?. Si es así, voy a perder gr

su nombre -expre

ente tranquila, interiormente tengo

a las tres -me dice ella con cara de

, lo suficientemente buena como p

...-no alcanzo a

nte para poder trabajar aquí. El señor Ston

ás convencer a mi

e un problema familiar. S

der un trabajo y no estoy como pa

hora por favor, si me permite -se

ava volcánica. Y como ya queda claro que no te

er

desahogo, c

i me voy de este lugar sin trabajo, lo haré con la cabeza en alto-. Que se levanta en la mañana y se monta sobre unos zapatos de tacón kilométrico, sirviendo cafecitos y moviéndole el culo a tu jefe para que este te de un ascenso. O como el señor Stone, el millonario que compra

a con esto-. Disculpe, ha sido

, el guapísimo señor Stone con su ridícula

a sonrisa irónica, pero terriblemente sexy se e

simo que me puso nerviosa ayer. Creo que es su mirada la que me af

ar más humillac

no puedo tener una entrevista de trabajo, me marcho -no sé c

ros de él, toma mi muñeca y me obliga a parar en seco. Un cal

ego que apenas comienza a encenderse en mi interior, las p

ebas, pero t

iro. No entiendo el motivo de mantener el contacto visual durante esos segundos, quizás fue retándolo

í

lar de comp

e es mentira? -le doy un t

sigo sin comprender que tiene el s

eso. Él aún tiene su mirada cla

atar mejor a las personas, le quitan prestigi

o fugaz, rápido para quien observaba desde otra posición, pero a m

entrando en mi departamento

de la pequeña sala. Sin ningún cuidado me siento sobre el sofá y me qu

por no controlar mis demonios, esos q

a a la realidad. No necesito mira

-contesto d

ro, conociendo a mi mejor amiga, como l

un poco alterada-. Acabas de pe

sas suceden por algo y si no obtuve ese trabaj

ar a Stone no deb

ahora. Ya no ha

mente dos cosas, una, lo cansaba que esto

n un mísero salario que no te alcanza para darte alguno que otro

ajo digno -

o por mí, pero tú estudiaste y te has esforzado muc

ero, no puedo nadar

erá -manifiesto mi última frase sobre ese tema-. Mejor ven cuando termines tu turno en el U

í estaré. Te dejo ten

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY