ítu
meticulosamente organizados de su espacio. Dakota siempre se aseguraba de que su habitación reflejara su estilo: elegante, pero con un toque de mod
tu gran cita con el
ría ese día, Audrey ya había hecho todo un espectáculo. Pero una parte de Dakota, la parte que s
s una cita. Solo vam
con un chico guapo que probablemente te cant
:"Cáll
nticipación. "Esto no es una cita," se repetía mentalmente, pero no podía evitar sentirse emocionada al pensar en Thomas. Habí
te-chic, que era muy característico de ella. Eligió un conjunto de pantalones de tiro alto en tonos beige y una blusa satinada en color crema que caía suavemente sobre su figura
despreocupado pero arreglado. Era su estilo: siempre impecable, pero sin parecer que había hecho
ararse, su teléfono volvió a v
una hora. Prepárate
as era un poco reservado y, aunque eso la inquietaba, también la intrigaba. Decidió relajarse y no darle demas
s estaban en medio de un debate sobre qué película ver esa noche, pero cuan
observando a Dakota de arriba a abajo-. No puedo cree
nrisa, aunque no pudo evitar sonrojarse l
ave y dulce. Josie siempre tenía una manera de decir las cosas que no sonaban t
ómodas, aunque lo hacían con cariño. Sin embargo, había algo en esa conversación que le hacía sentir que todas
en la entrada la sacó de sus pensamientos. Miró por la ventana y vio el auto de Thomas estacionado frente a su casa. S
presión relajada. Estaba vestido de manera sencilla, pero con estilo: unos jeans oscuros y una camiset
abriendo la puerta de
con una sonrisa que tratab
vinar hacia dónde se dirigían. Mientras lo hacía, no pudo evitar pensar en lo diferentes que eran ella y Thomas. Él,
cio, con una sonrisa tranquila en el
ida por la pregunta. -Sí, me
ensé que podríamos hacer algo un poco diferente hoy. No es exa
reguntó Dakota, sintiendo
con esa sonrisa enigmática que
o discreto. Era pequeño, con paredes de ladrillo y ventanas grandes que dejaban entreve
guntó, mirando
ero los sábados hacen sesiones abiertas al público
esperaba algo tan íntimo y diferente, pero la ide
persas alrededor del pequeño escenario creaban una atmósfera íntima, y aunque el lugar no estaba lleno, habí
jo Dakota, mirando a su a
pondió Thomas, con
igada por el lugar, preguntándose qué tipo de artistas tocarían esa noche. Mientras esperaban, el primer músico
Thomas de vez en cuando, notando lo tranquilo que parecía. Mientras las notas suaves de la guitarr
irándolo-, no me esperaba est
linándose ligeramente hacia