ita
anos y el
onsumida po
a, tendidos en dos sillas de playa, ella lucia un bikini negro
omo había sido un vuelo muy largo estábamos algo cansados por lo que después
dimos pasar nuestras vacaciones en la madre patria, no era la primera vez, pero si la primera que estábamos
ontesto que sí, por lo que decidí ir al bar del hotel
y muy hermosa, tiene una figura increíbl
lo contrario, físicamente no soy m
aclarar que no soy un dechado de virtudes porque no tengo una polla muy grande, más
año sentado en un camastro al lado de la silla donde se encontraba mi esposa, quien estaban conversando con ella, le exp
a a mi esposa, me saludo y me pres
la localidad que amablemente estaba platicand
senté en una de la sillas
to de complexión normal, pero musculoso, eso sí, muy bien formado
o se nos pasaba volando. Además, tiene una gran personalidad y es muy seguro de si mismo, esa seguridad la demostraba en su forma de hablar, e
solo mi esposa y yo teníamos bebida y Alberto no, por lo que interrumpí la conversación para preguntarle si no deseaba algo de beber,
go, anda, tráeme un trago de lo mismo que ustedes
frutaba de su compañía, regresé con la bebida de Alberto y otra
mo nos conocimos mi esposa y yo? ¿como era nuestra relación? ¿como llegamos a compenetrarnos para cas
que respondimos que en un momento más adelante. Mi esposa comentó que no tenía bloqueador por lo que no
a y en un momento
ente los dos
s, de aquí n
como al regresar, en donde destacaba un gran bulto debajo de su calzón de baño,
, pero de repente se dirigió hacía el ba
llas grandes y un frasco de crema c
una suavidad y firmeza propia de quien lleva mucho tiempo tratando a una perso
tu digas
berto extendía las toallas en la arena para que nos recostáramos. En menos qu
rmine,
enseñar como debes hacerlo -le contesto-. Vamos, acués
ás que ha hacer lo que
oalla -le indicó a mi mujer está vez-. Vas
i mujer y se recostó en la toalla
didos en la playa r
s superiores -le indicó, al tiempo que tomaba la mano de mi esposa y comenzaba y ponerle la crema protectora conforme le daba instrucciones-. Debes hacer que
firmeza y seguridad, la seguridad que da el saberse amo de una situación, la experiencia y la nula resistenci
po y varonil, estaba tocando todo el c
a milímetro de su cuerpo sienta lo que recibe. Que cada célula tenga satisfacción por el trato que le estas dando -le informaba, pero diciendo y haciéndol
palabras, poseyéndola con sus manos, no hubo una parte de su piel que Alberto no tocara con sus dedos, yo observaba los cambios en
u músculos -ya no le estaba enseñando, la estaba sed
que poco a poco se fue humedeciendo, le tocaba el costado de los senos por abajo del sostén, mi esposa dócilmente se fue soltando, llegó un momento que Alberto estaba sentado sobre las piernas de mi esposa, sujetan
legado las cosas a ese punto? No acertaba a pensar,
asiones se alzaba un poco separando su enorme bulto del trasero de mi esposa, quien inmediatamente paraba su colita buscando el contacto con esa verga, buscando sentir su enor
apetécelo. ¿Lo quieres? -le preguntó y
í.
e tenia la punta de la verga en su conchita, él tomándola de las caderas la movía muy sua
Yo sentí su calor, besé su mano y con la mira
ientos, como para atajar cualquier
os solos en esta playa
suavemente como no queriendo que yo escuchará, a p
el movimiento de su pelvis y queriendo dejar al descubierto su conchita. Sin embargo Alberto la ten
chita quedo pegada a la polla de Alberto, quien como si nada hub
je y ya la tenía encendida, deseando su polla
ma en todo el frente de su cuerpo, haciendo crec
oría por tener una polla adentro y él, con
osición. Mi esposa deseando con to
vaba la dominaci
ada. Como el masaje que había recibido, se estaba corriendo suavemente, dóc
nque no me pen
u polla recargada en su conchita recibien
odo lo que da, obviamente no del tamaño de la suya
la, la llevo hacía
mientras tu continua
esitab
rrerme en la
ella obediente no dejó que se derra
o con
os cuernos, me lo unto en la frente, suavemente y yo sumisamente acepte el bautizo de cornudo con mi propia leche, después me puso otras got
nas gotas de mi semen y también recibió unas gotas de mi seme
alpitar junto a su verga, no se cuantas veces se correría o cuan larga serí
, Alberto! ¡Tóma
toris y la hizo correrse repetidamente, los introdujo en s
, no sé cuantas horas estuvimos en esa pl
ando. Tengo que irme, os vere más tarde. Pasaré
lo alcanzo a
faltes, que te estarem
í, si te estar
antó y
da por él, sin que la penetrara. Teniendo que contener su deseo para más tar
ciarla y tratar de aliviar su deseo
Alberto. Tiene que term
exo con otro homb