hombro. El médico forense que me había ayudado se encontrab
erle varias preguntas, Srt
nuevo siendo abrazada por el f
mente - me levanté de la silla y salí de
ho. Los pies apenas si comprendían para que estaban sobre el suelo. Me dirigí a la rec
e Valencia? - preg
sí
un par de preguntas acerca
si tenía pareja, cómo era la relación con sus compañeras de trabajo, los lugares que concurría y entre otras más que respondí en base a lo que siempre noté o me contaba Abigail.
de información, Srta. Valencia - me dijo el detective Johnson-.
tud no encontraron, ahora está muerta - la voz se me desgarró de dolor y el pecho me ardía cada
n, más no queremos decir que
ciado inhumano que la asesinó - limpié las lágrimas de mi
te. Aun no comprendo qué pudo haber pasado y porqué mi hermana tuvo que pasar por todo eso. Tengo cientos de preguntas que s
r las lágrimas, sin importar que la gente me viera. No puedo llegar al apartamento y darme cuenta que nunca
aba de Santiago, no respondí. ¿Qué se supone que le voy a decir? Los tres hemos sido como h
ché una voz detrás de
cto
La estaba llamando, pero no atendió. Es una suerte que la haya encon
to mucho
ncuent
ede en estos casos
todo lo posible para saber qué fue lo
aci
ago mi
dos. Sentía la tierra tragarme, más cuand
volver. Tenga un buen rest
e, doctor - lo vi al
con las ganas de salir adelante. Tan pronto llegué a la casa, fui a su habitación y empecé a buscar alg
ro descarté la idea de que él tuviese algo que ver con su muerte, pues ellos terminaron en buenos términos hace más
te que mostraba al mundo, siempre la tendré guardada en lo más recónd