s ventanas de cristal de la cafetería donde me encontraba. Eran apenas las
ía a considerar Philly mi casa. Llevaba viviendo tres años, y aun
ensilvania, una novia que me amaba, un mejor ami
rita por que quedaba cerca del campus, y por su estilo Conde Nast. Mesas y sillas tapizadas de color miel, contaba con espacio para cincuenta come
a trabajar en un bar, donde me pagan el doble, y solo trabajo
mi móvil, solo habían pasado cinco minutos, mi novia siempre llegaba a tiempo. Puse el vaso enc
mos a comer por ahí. Los dos vivía mos en la residencia de estudiantes, pero yo era demasiado tímido como para quedarme a dormir con ella y
upendo. Trabaja conmigo en el bar, y no puedo negar que le gusta coquetear
ró una morena que llamo la atención de to
un guante, unas botas de cuero a juego con la chaqueta que llevaba encima del top negro q
podía llamar ta
a al hecho de que todos la miraban, camino hacia una
los pechos de la chica, ella le pidió lo que sea que le haya pedido y él se
camarero que conocía para que me trajera otro café, no para mí, si no para
n, pero mis o
no era alta pero tampoco pequeña, más o menos de mi tamaño y se notaba que se mantenía en forma porque valla cuerpo. Dejó
me miró, mi respiración se m
na pequeña sonrisa y sentí la cara aún más roja. Aparte la mirada y la fijé
e una mueca, levante la vista y vi que la chica del frente seguía mirándome. Sonrió, y el camar
no me miraba a mí, me volteé para ver q
r. Volví la vista a la puerta, Britt ya se estaba tardando mucho y la more
de pie para recibir a mi novia, sin poder evitarlo mire de nuevo a la chica, el corazón me dio un vuelco, cuando vi que ella seguía con sus ojos fijos
ovia, no podíamos hacer nada de lo que las otras parejas hacen, y aunque eso a ella no le importa a mí me vuelve loco. Abracé a Britt, y por encima de su hombro le eche un vistazo a
primer año de universidad, primero fuimos amigos y luego surgió el amor. En noviembre cumplimos tres años
pedido
toque la mejilla con mi dedos y sonreí.
ar a la que fui, mi padre me obligó y aunque al principio no quería ir, ahora se lo agradezco, porque me enseño a ser organizado y responsable y a sa
r esta noche ¿verdad?
e quedare en ca
nsilvania, eso quería decir todo
nmigo pero ya les dije q
ba ahorrando para comprar un pequeño apartamento entre yo y Britt, sus padres querían comp
ió, y se terminó el café, m
nos veremos el domin
r de menos -le tome su
e me hacía sentir ño, como un niño, y ella lo sabía, pero no me molestaba,
los mismos ojos negros que me torturaban antes. O esa chica estab
o debí
ba sentada...ahí...mirando hacia mi mesa. Me miró directo a los ojos y tragué saliva. Sus ojos eran capaces de
ia mi novia, gracias al cielo que ella no era
zco-ella no pregunto nada más, mire e
nuestras manos entrelazadas, y me ll
rió y me mir
dió, yo también le
is ojos tuvieran vida propia se desviaron hacia l