ítu
astador
sobre la perilla de la puerta se había quedado inmóvil, su corazón pesado por l
al punto de quebrarlo en sus mano
edos reprimiendo las lágrimas no paraban de leer ese mensaje una y otra vez,
desde siempre fue su me
l aire se volvió pesado y su respiración se hizo tensa, hacie
era? Si la noche anterior fue a v
e susto que pasaron en su cumpleaños, cuando sufrió un pequeñ
n control y su doctor le hizo consul
ivo de su muerte? ¿Por qué lo dej
o dejaban de ron
g dándole el pésame lo sacó por
lanto procurando actuar de manera tranquila. Ladeó su cara ligeramente hacia el señor Decket dedicándole una mirada repleta de in
n fijamente, debido a que con la noticia de la muerte del presiden
a todos en la sala de conferencias que segundos antes estaban an
sta mañana porque necesito de la colaboración de cada uno de ustedes con la reseña de los estados financieros de la empresa en el último trimestre, el itinerario de ventas programadas y las fichas
l dolor de saber aquella noticia de su abuelo
lick, la agente contable-. Los tengo ahora mismo en físico. El flujo de efectivo de la empresa nos indica que tendremos dificultad para operar de manera eficaz a largo p
carpeta de manila y Ale
norte el día martes por la tarde, deberá estar presente en
ndremos excelente recibimiento en el mercado, no podemos desperdiciar el impulso que nos genera la innovación de pr
mismo día la lectura del testamento de Don Jasson -agregó Miriam casi en un susurro audible para el hom
a, lo observa detalladamente con mucha preocupación y su corazón
n su cumpleaños, donde aseguró que no dejaría perder la empr
dos meses, un atisbo de tristeza atravesó su pecho. Aquel juramento seguía la
tregadas, la golpea en la mesa verticalment
n de ventas en el mercado, ahora más que nunca necesito del esfuerzo de cada uno de ustedes
es de despedirse de sus empleados y pedirle a su asistente
n centenar de recuerdos atropellan su mente formando un remolino de emociones dentro de sí, cos
persona más leal que conservó a su lado durante toda su vida y rec
nte hacia la entrada de la villa, cuya fachada
avés de los árboles del jardín, pro
y siguió caminando hasta detener
no con decoraciones de bronce marcaba esa de
ón y tocó un par de veces. Se dio vuelta pasando la m
tiéndole la entrada a la villa. Al pasar al gran salón, fue re
icó Elías, guiándolo a través de un largo pasillo. Donde el son
ta una puerta doble de cristal qu
uave llevó el sonido de voces s
lancas y un sendero de grava que conducía a una zona de césped. En el centro del césped, jun
to, respirando profundamente
ntro lo golpeó como un