i palabra es la ley, y mis órdenes son obedecidas sin cuestionamientos. Algunos dicen que soy demasiado severo, otros que mi frialdad es una barrera que nadie pue
la guardia, nos atacaron sin piedad, y perdimos a algunos de los nuestros. Aquella noche, las llamas se alzaron en el horizonte, y el olor de la derrota q
reven a cuestionar mis decisiones, murmullos de descontento que a veces surgen entre los más jóvenes. Creen que soy de
e cometo, cada paso en falso, podría significar la ruina. No puedo permitirme flaquear. No puedo mostrar ninguna grieta en mi forta
n Alfa nunca se doblega, nunca se permite distracciones ni sentimientos que puedan poner en riesgo a su manada. Fue su ejemplo el que forjó mi caráct
ste mundo, o eres fuerte o eres nada. La compasión es una debilidad, y no pienso cometer los mismos
s, evaluando su fuerza, su determinación. No busco amigos, no necesito aliados emocionales. Ellos son mi responsa
da. He exiliado a aquellos que no han podido seguir el ritmo, a aquellos que creen que pueden imponer sus p
s que he tomado. Ser Alfa no es una elección; es un destino que acepto con toda su crudeza. La vida en Stormwood es dura, per
ue me miren con temo