e puso una blusa amplia que disimulaba su embarazo, y al mirar su reflejo en el cristal d
al entrar-. Estoy feliz de que estés
liendo, el sonido de las máquinas de café, y el olor t
mostrándole una libreta y un bolígrafo-. Cuando alguien te
tió, lista p
e algo? -preguntó,
rincipio. Lo importante es que aprendas de ell
r los pedidos, pero después de un par de horas, comenzó a encontrar su ritmo. Se movía en
a un grupo de estudiante
ecial hoy? -preguntó uno
un latte de vainilla que es un éxito -respond
a! -dijo el estudiante, y ell
rutaba el trabajo. La interacción con los clientes le daba un respiro de l
una clienta mayor l
un poco cansada -dijo la muj
ue el corazón le
spondió, tratando de sonreír-.
vo -dijo la mujer-. Recu
resonaban en su interior. Tenía que cuidar
primer día, C
manejaste muy bien con los clientes. -Dijo
rumador al principio -ad
ó con seriedad-. Solo recuerda no sobrecargart
gratitud. Era un pequeño ge
io y satisfacción. Había dado un paso hacia un nuevo comienzo. Con cada día que pasaba, s
sí misma que seguiría luchando, no solo por ella, sino por el pequ
de tomar órdenes y servir a los clientes se volvía cada vez más natural. Sin
desorden que le daba un aire despreocupado, y su mandíbula estaba bien definida. Pero lo que más destacaba eran sus ojos: profundos y penet
o notar su presencia.** Se sentó en una mesa cerca de la ventana, solo, mientras revisaba
Es un cliente difícil -le dijo
frunció
-preguntó
molesto -respondió Carla-. Pero tú p
leria se acercó a
omar su orden? -dijo, tratan
ria se sintió atrapada en su mirada. Había una chispa
y una tostada de aguacate -respondió,
gnorar el ligero temblor en sus manos. Se dio la v
él. **Era atractivo, pero su actitud era fría y distante.** Al regresar
re la mesa. Pero en un descuido, el café se inclinó y derram
o. La expresión de su rostro pasó de sorpresa a irritación
ria, sintiéndose completamente a
ceño, claram
aje cuesta más que tu sueldo -recrimin
ro se sonrojaba, el desdén
sivo? -respondió, con una chispa de desa
icó él, cruzando los brazos-. Si no puedes manejar un
sintiendo cómo la frustrac
los demás -dijo, alzando la voz. Su corazón latía con fuerza,
ella, su mirada in
enses? Solo quiero un servicio decent
de actuar como si el mundo te debiera algo -contestó Valeria,
apareció, habiendo e
? -preguntó, mirando al
a esta... -comenzó él, p
compañera. Todos pueden cometer errores.
e quedó en silencio, evaluando la situació
lo quiero que me traigan mi ca
Su orgullo se había defendido, pero no había ganado nada más que una discusión. Sin em
, Carla le dio una
No dejes que nadie te haga
ación. Tenía que seguir adelante. Aunque la vida le presen