via y decidió verla, ya que al día
de todo, exigía cosas inverosímiles, tal vez por eso r
su mente, parecía he
que Majo malinterpreta todo y se creía dueña y señora de su cas
campanita para llamar
Qu
o salía co
s a la puerta, pueden esc
portante, lo hacía desde las oficinas que tenía en sus empresas o en su despacho dentro de la mansión, de todos modos
ra otra cosa más a la que le huía, porque ellos querían que formalic
cuándo casarme y realmente no veo tan
a de su cultura, lo cierto es que tenía clase, eso no lo podía negar, pero cada día que pas
ya la conocía
con sus amigos, elegir con quien acost
ba a negar, pero muchas veces s
juntos, aunque Majo se estaba qu
vengo diciendo desde hace una semana, no teng
dejame d
erés levan
ruido a propósito para que yo no pueda dormir,
onforme con
ca me tené
r, me agotás co
za de café en la mesa y mi
e le informe si había averiguado algo y para instruir en
echo tedioso tener relaciones con su
stigador le dijo que
uiero saber todo de ella, de qué trabaja, sus horari
pensó en ningún momento que era por un tema personal, de todos modos le pagaban muy bien y
esa mujer, que se encontró hablando con su socio
tu ma
guntó
todo sobre el caso y tam
ompió en
rdad, porque lo conocía y sabía lo apasionado que era para todo, aunque pens
e invito a los dos arquitectos que tomaro
en la
descalabro que se armó el otro día, era lógico que le presten más atención a esa empresa y que algunos de los dir
ba que tenía que encontrar la forma de encontra
era su presa, así se sentía, pero tenía que preparar el
a a que su marido se desviviera en atenciones por ella, debe ser una mujer
da, debía ser una aventura poder conquist
oficina enmud
o se puso nervioso al verlo, es que Lorenzo tenía un aura poderosa y ten
días F
s días
parándose y ext
lo estudiaba, pensando cuánto p
co Juarez y a
se
s arquitectos que quedaron en
ero conocer sus expectativas y sus conocimientos, es
cción del resta
que era evidente que los dos arq
os obreros y como era el inicio de cada obra y luego todos los pasos a desarrollarse, muchas veces
o de los apuntes de su padre, de alguna obra o algún emp
para avisarle d
no tenía muchos, el lugar era elegante, de todos modos se decidió por un jeans negro y
ntes y pidió un remís
ás él estaba muy informal, entraron los tres juntos y los acompañaron a una mesa en donde s
emasiado por to
se sentía adulto, aunque por otro lado ella le resolvía muchos temas, uno de ellos era el de su vestime
ajar y estudiar, no de
e siempre habían soñado con su marido, que Facundo se iba a
Lorenzo lle
encontraron en la entrada, ambos
na y charlaron
u padre, aunque el color de ojos era gris, medio v
ó que su amigo le dijo que la tenía en
ctos que los tres am
construcción de un edificio moderno, qu
centrarse en l
su oficina medían más sus palabr
su edad y sus pocos estudios, tenía una id
también
ndamental saber todo, sino saber a quién delegar cada tarea y saber dirigir, pareciera que el adolescent
que no le conocían, más allá que no supiera hacer muchas cosas porque era evidente que le faltaban años de f
ntre los ceos del rubro, no