Edith no podía entender por qué su marido, su gran amor, se había suicidado, ella nunca creyó que él podría tomar semejante decisión. Se encontró sola, teniendo que hacer frente a gastos que no tenía cómo cubrir y no quería despojar a su hijo de la casa en donde había crecido, venderla no era una opción. Cuando una amiga le propuso bailar en el club de strippers de más categoría de la ciudad, luego de dudarlo, aceptó, saldría al escenario camuflada y nadie sabría quién era ella. Lejos quedó la dama de alta sociedad que un día había sido, aunque su belleza y elegancia resaltaba entre miles de mujeres. Ella sólo quería que su hijo ingrese a la facultad y tenga una vida digna. Todo se complicó, cuando el jefe de su hijo, uno de los hombres más importantes de la ciudad, descubrió su verdadera identidad.
-Este plano está mal diseñado, no podemos entregar algo tan mal hecho, porque si se plasma en una obra, se vendría abajo un edificio, quiero una reunión urgente con todo el personal de diseño y de proyección.
Lorenzo estaba furioso con todo el personal.
Orlando, su socio y amigo trataba de contenerlo, aunque él estaba igual o peor que Lorenzo, pero se controlaba un poco más.
En ese momento suena un celular.
-Hola cielo.
Le dice Majo, la novia de Lorenzo.
-¿Qué necesitás?
Ni siquiera la saludó, no entendía porque lo llamaba a cada rato, esa actitud de ella lo estaba hartando.
-Te quería contar que esta noche nos reunimos con...
-Estoy con mil quilombos acá, en la oficina, después te llamo.
Le cortó sin preocuparse en despedirse.
Majo a veces era insoportable, no entendía que había momentos en que él tenía que trabajar y había momentos en que él necesitaba cierto espacio personal.
Hacía dos años que salían y estaba próximo a fijar su fecha de casamiento, pero realmente no estaba convencido de hacerlo.
Dejó de pensar en su novia apenas cortó y se dirigió a un pequeño auditorio,
todavía se felicitaba a sí mismo por haber diseñado el salón para reuniones con el personal, es que tenían realmente muchas personas trabajando para ellos.
Las secretarias corrían disponiendo todo y apurando hasta al último de los proyectistas, necesitaban que todo el personal correspondiente estuviera reunido en menos de cinco minutos.
Cuando Lorenzo estaba en la oficina se hacía todo muy difícil, él era un hombre muy difícil de tratar.
Era mucho más fácil cuando el que pasaba por allí era Orlando.
Por suerte no estaban mucho por allí ninguno de los dos, salvo que hubiera una obra como la que estaba en marcha, que era un mega proyecto.
En estos días todo el personal estaba corriendo, rogando que no hubiera ningún contratiempo.
Cuando estaban todos reunidos, comenzó a hablar Orlando, en uno de los planos había un error gravísimo que si se plasmaba en una obra, todo el prestigio si iría por el retrete y perderían, mucho más que su fama impoluta, tal vez perderían una fortuna, no todo lo que tenían, ya que los dos habían invertido en distintas empresas, pero tampoco iban a permitir que por gente incapaz, se desmorone esa empresa.
-No estoy para corregir errores de novatos, quiero la renuncia del responsable de ese diseño y que le quede en claro que nunca más va a trabajar de proyectista en ninguna empresa, por supuesto que el jefe de ese sector también va a renunciar, por permitir que ese error siga corriendo.
Dijo Orlando, tratando de no perder su aplomo.
La reunión se extendió por casi dos horas, donde se les explicó a todo el personal lo que se necesitaba.
-Esta reunión de instrucción ya la tuvimos y esto es inaudito.
Fue lo único que dijo Lorenzo, por suerte él revisaba todo siendo muy exhausto con todos los proyectos, porque sino sería un desastre total.
-Se terminó la reunión, todo el personal del departamento en donde surgió el error, que se quede, más todos los arquitectos e ingenieros de todas las áreas.
En dos minutos en ese salón quedaron 20 personas de las 60 que había en un principio.
El mal humor de los dos Ceos era evidente y no se salvaron ni los ingenieros que no se percataron o revisaron como correspondía el trabajo hecho por los principiantes.
-Todos creyeron que si llegó hasta allí, era porque alguien lo había revisado antes y no existía ningún error.
Dijo Orlando, que ya estaba harto de decir lo mismo.
-Sepan que esto no puede volver a suceder jamás.
Acotó Lorenzo, pensando en despedir a todo el personal de esa área.
-Quiero que a mí, me llegue todo impecable, no quiero tener que ponerme a hacer cálculos de algo que a simple vista me llamó la atención.
-Eso es peor en cada escalafón.
-Jamás den nada por sentado.
Siguieron hablando entre los socios.
Los ingenieros y arquitectos de otras áreas se fueron y quedaron 12 personas, entonces todo subió de tono y Lorenzo le pidió la renuncia a un ingeniero, a dos arquitectos y al resto del personal.
Todos lo conocían muy bien y el personal jerárquico asumió su error, pasaron por alto algo indispensable.
Solo uno de los proyectistas más jóvenes y tal vez porque no los conocía bien, se atrevió a hablar.
-Discúlpenme, pero esto no es justo.
Dijo con bastante calma, aunque estaba realmente muy nervioso.
-Digame porque se atreve a hablarme.
Le dijo Lorenzo de muy mala manera.
-Yo identifiqué el error y se lo dije mi compañero, pero me dijo que yo estaba equivocado, luego lo hablé con Juanjo García, que es nuestro jefe inmediato y me replicó que yo recién estoy comenzando, que sin experiencia no podía opinar y
Me atreví a hablar con el arquitecto González, que me respondió que si recién salía del cascarón y quería seguir trabajando, le sirviera el café.
Las tres personas que nombró estaban pálidas, era verdad que ese chico que estaba en primer año de facultad les había hablado para corregir un supuesto error y ninguno de los tres hicieron caso a sus palabras.
-¿Cuánto hace que trabajás acá?
Le preguntó Orlando.
-Dos meses, señor.
Le respondió Facundo.
-¿Y con dos meses te diste cuenta del error? ¿Qué carrera estudiás? ¿En qué año estás?
Le preguntó Lorenzo, con una mirada fría.
-Estoy en primer año de ingeniería civil, señor.
-¿Cómo te diste cuenta del error?
Facundo, se puso pálido y tartamudeo, sin que pueda salir de su boca una sola palabra.
-¿Nos hackeaste para querer sobresalir?
Le preguntó Juanjo Garcia.
-¿Están locos? Son ineficientes y no se hacen cargo de sus errores.
Facundo estaba furioso y aunque ese error le producía un dolor en su pecho, no dijo mucho más que eso.
-Si no querés que pensemos lo que dijo Juanjo Garcia, decinos cómo te diste cuenta.
-¿No es suficiente con haberme dado cuenta?
-No.
Dijo Lorenzo y estaba pensando en hacerle una denuncia al muchacho.
Si todo era por ese mocoso, lo iba a pagar muy caro.
-Lo lamento señor, pero le aseguro que aparte de darme cuenta, lo hablé con tres personas y ninguno de ellos tres lo negaron.
Eso es verdad, pensó Lorenzo.
-Déjenme a solas este chico.
Dijo de repente.
Él era un hombre exigente e imponente, pero este chico, casi una criatura, no parecía tenerle miedo y si realmente era tan inteligente como para darse cuenta de ese error y tener las agallas para plantearle a tres personas distintas, él se daría cuenta, de lo contrario, ese mismo día terminaría preso.
-No me gusta perder tiempo.
Lorenzo estaba serio
-Señor, yo no cometí ese error, lo cometió un compañero mío, que hace bastante más tiempo que yo, que trabaja con ustedes, si no le gusta perder el tiempo, mande a revisar todos los planos y los cálculos que hizo él.
Mierda con este chico, era verdad, tendría que hacer eso.
-Lo voy a hacer, pero necesito saber como te diste cuenta.
-Por experiencia propia.
-¿En donde trabajaste antes de acá?
-En ningún lugar, estoy contratado por tres meses por una pasantía, señor.
-¿Me estás cargando?
-No señor.
-Explicame, con palabras claras, como mierda te diste cuenta de ese maldito error.
Dijo Lorenzo alzando la voz y sin un ápice de paciencia.
-Ya le dije que fue por experiencia personal.
-Mira pibe, dejá de cargarme porque terminás preso.
-Eso es injusto.
-Hablá.
-Primero, quiero decirle que es un tema personal y no me gustaría que se divulgue.
Lorenzo ya no sabía qué pensar, cuándo suena su teléfono.
-Hola amor, no me llamaste.
-¿Tenés idea de lo que significa estar ocupado?
Cortó, porque de otra manera iba a decir cosas que a lo mejor luego le traería muchos problemas.
Era verdad que aunque sus padres lo presionaban por formalizar con Majo, no lo podrían obligar a casarse con ella, por lo que estiraba su noviazgo, pero en este momento, si ella insistía y seguía llamándolo, cortaría la relación y no lo lamentaría, en ese momento ella no tenía lugar ni espacio en su vida y lo tenía que comprender.
Estaba extenuado y era la última vez que le preguntaría al chico que dijo que era un pasante.
-¿Cómo lo supiste?
Estaba furioso y en lugar de hablar, estaba rugiendo.
-Mi padre dejó pasar ese mismo error en su empresa y cuándo le llovieron las demandas, quebró, la vendió por nada y terminó por suicidarse.
Dijo casi sin voz y con lágrimas en los ojos.
Fue breve en su explicación, pero fue suficiente para Lorenzo, saber qué decía la verdad.
Esperó un par de minutos para que ese chico se tranquilice y le expliqué un poco mejor de lo que estaba hablando, quería saber más detalles.
-Revisé demasiadas veces el porqué de la tragedia y fue un cálculo mal hecho desde el principio, lo que luego le significaron miles de errores, en materiales, en mediciones y en todo lo que se le puede ocurrir.
-Lo lamento.
-Yo también, él era un excelente ingeniero civil, no entiendo porque confió tanto en su gente y no revisó todo.
-A veces las cosas no tienen explicación.
-Es verdad, por eso sigo revisando todo, espero algún día descubrir que el gran Paolo Simone, no se equivocó, que fue un sabotaje, que pasó otra cosa.
Paolo Simone era un ingeniero conocido, lo recordó en ese momento.
-¿Tenés los documentos y los planos de ese edificio?
-¿Del edificio que se derrumbó? Sí, están en casa, en lo que fue su oficina dentro del bunker, así solía llamar a la mansión en donde vivíamos, mi madre y yo seguimos viviendo allí, la casa y un auto es lo único que nos quedó de tiempos mejores.
Lorenzo de repente sintió un poco de empatía por ese chico tan atormentado, él conocía la historia y por supuesto, se dio cuenta de que su empresa absorbió la empresa del padre de este chico.
Lo supo cuándo él lo nombró.
No le iba a decir que la empresa de su padre ahora le pertenecía, no en este momento, aunque si había leído algún documento, posiblemente lo supiera.
-Intentaste salvar mi empresa y eso te lo voy a reconocer siempre, si te interesa, desde este momento quedás efectivo y como jefe de equipo.
-Señor, no tengo los conocimientos para ser jefe de equipo.
-Los tenés pibe, los tenés.
-Gracias, espero no defraudarlo.
-No lo vas a hacer, creeme.
Lorenzo ya sabía que lo estaba presionando, lo que sucedía es que cuando ellos absorben a otra empresa porque las cosas a los demás no le iban bien, nunca se detenía a pensar que había detrás, él se acordaba de Paolo Simone porque se suicidó al poco tiempo de quedar en la ruina, estuvo en las noticias, en principio parecía un asesinato, pero los investigadores nunca encontraron un culpable y optaron por el camino más fácil, diciendo que fue suicidio, era más espectacular todo, trabajaban menos y todo era creíble.
La familia estaba devastada y nadie más investigaría.
Facundo volvió a su oficina pensando en su padre, le hacía mal hablar de él, no había podido superar su muerte y si su padre los tenía a ellos (a su madre y a él) Facundo no entendía su decisión final.
El amor entre ellos surgió como por arte de magia, ambos eran médicos y la mejor amiga de la bella doctora era cuñada de Ramiro, ellos estaban compartiendo sus vacaciones. Era tan profundo lo que ellos sentían, que pensaban que al volver a su país, estaban en una pequeña ciudad cerca de la frontera, pronto se casarían y estarían unidos para siempre. De pronto el mundo cambió, tuvo lugar la pandemia del COVID, se cerraron las fronteras y ambos quedaron atrapados en el país vecino, decidieron colaborar en la clínica de la pequeña ciudad. Rocío terminó por contagiarse de ese cruel virus, que arrasó con media ciudad. La tuvieron que intubar, y aunque Ramiro quería quedarse a su lado todo el tiempo, los casos se multiplicaban y tenía que atenderlos. Una enfermera, que siempre estuvo celosa de la bella médica, dejó de suministrarle los medicamentos, en lugar de empeorar, Rocío recuperaba de a ratos la conciencia, en un momento Rocío tuvo una pequeña arritmia, un pequeño preinfarto, Charo, la enfermera, se apresuró a desconectarla, diciendo que había fallecido, amenazando a los médicos residentes, inventando que tenía un romance con Ramiro, que era el médico más importante, logró que metieran el cuerpo de Rocío en una bolso mortuoria, sin avisarle a él. Rocío logró recuperarse y con ayuda del destino, pudo salir de la bolsa mortuoria y de la ambulancia llena de cadáveres. Luego de esconderse en la que fuera la casa de sus padres, volvió a Argentina, el médico de la clínica en donde ella trabajaba, la acogió, protegió y le propuso matrimonio, ya que siempre estuvo enamorada de ella. Por agradecimiento, aceptó la propuesta, ya que sólo confiaba en él, un año después su esposo, fallece de cáncer, dejándole como herencia sus clínicas y una cuantiosa fortuna.
Tenía 6 años cuando en la puerta de mi casa apareció una mujer con una niña de mi edad, diciendo que esa pequeña también era hija de mi padre. Recuerdo a mi madre llorar y subirnos a su auto, luego de viajar un rato, el auto comenzó a hacer trompos y volcamos, mi mamá falleció en ese accidente, aún siento las lágrimas de mi papá al rescatarme de entre los fierros retorcidos. Esa mujer se instaló en mi casa, haciendo de mi vida un infierno inimaginable, luego de unos años, ellos se casaron y Rosie, mi media hermana, pasó a llevar mi mismo apellido, si su madre me torturaba ella fue la alumna que superó a la maestra. Intentó ahogarme cuando tenía 15 años, y a mis 19, organizó un plan para que me violaran. Mi padre falleció de una enfermedad terminal, casi en la ruina. Yo me quedé sola, sintiéndome culpable de su muerte, prácticamente en la calle, con un ser en mis entrañas y sin saber quién era su padre, pero… mi progenitor siempre estuvo mil pasos adelante, nada es lo que parece y cada cuál tiene su merecido.
Cuando Gonzalo, un importante ceo, tan atractivo como egoísta, abandona a Elizabeth, su bella, sensual y fina esposa, sin importarle que ella tenga un embarazo de 8 meses y que su hijo de 5 años, vaya a sufrir por su ausencia, no se imagina jamás lo caro que le va a costar su capricho, porque sí, él se había encaprichado con una mujer que se cruzó en su camino en el momento en que Elizabeth tenía que hacer reposo absoluto por su embarazo. No tarda en darse cuenta de su equivocación, pero su orgullo, sumado a su estupidez, le impiden acercarse a su familia y pedir perdón, más tarde todo se vuelve en su contra y tiene la sensación que nunca va a remendar el desastre que provocó con sus acciones.
Todo se complica cuando la competencia de dos mujeres va más allá de lo estipulado y pasan ciertos límites cruzando las fronteras permitidas, sin embargo ellas no son las únicas que compiten, también lo hacen los dos primos, que terminan exponiendo situaciones y exponiendolas a ellas, quienes son señaladas por la sociedad, sin embargo, ellos pretenden luchar hasta las últimas consecuencias para lograr limpiar el nombre de las dos bellas muchachas, no obstante, los celos y la venganza, separan a las dos parejas que finalmente se formaron.
Me enamoré profundamente de Agustín, sin embargo él ponía una distancia enorme entre nosotros, su excusa era que soy menor de edad y que me lleva 12 años, pero yo no bajé los brazos, lo iba a conquistar a cualquier precio. Sabía que me deseaba, eso lo veía en sus ojos, por lo que decidí acorralarlo cada vez que tuve la oportunidad. Cuando cumplí 18 años, todo cambió, tuve su amor incondicional, sin embargo nunca pensé que tendría que ser yo, la que con mucho dolor, lo abandonaría. * En Argentina se llama pendeja/jo a Mujer/hombre muy joven o adolescente, puede ser despectiva o cariñosamente. *La historia de Any comienza en Mi primer amor, Ivana y Willy.
Para Alejandro, un Ceo poderoso, millonario, atractivo, mujeriego y caprichoso, fue una sorpresa que su nueva secretaria se negase a acostarse con él, cuando todas caían a sus pies. Tal vez por eso ninguna le duraba más de dos semanas, es que se cansaba rápidamente de ellas, sin embargo, Valeria se negó, provocando que él la persiguiera pensando distintas estrategias para lograr su cometido, eso sin dejar de lado su diversión con las demás mujeres. Sin darse cuenta, Valeria se convirtió en su mano derecha y él la necesitaba hasta para respirar, no obstante no reconoció su amor hasta que ella llegó a su límite y partió.
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la víspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados príncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difícil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres príncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podría Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres príncipes?
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Jacob Morgan se ve obligado a contraer matrimonio por obligación su única intención es salvar su compañía de la bancarrota asumiendo el liderazgo de las empresas Morgan, puesto que es batallado por su primo Derek, a regañadientes acepta un encuentro orquestado por su madre con Natalia Redmond de inmediato queda prendado por la belleza de la dulce e inocente chica, pero rápidamente se da cuenta que sus exigencias no serán bien recibidas por la joven cuyo carácter obstinado se convierte en la horma de su zapato, lo que ignora Jacob es que Natalia oculta sus verdaderas intenciones al aceptar el matrimonio. Muchos secretos, muchas intrigas y muchos obstáculos. ¿Qué pasará cuando Jacob descubra la verdadera razón por la que Natalia acepta ser su esposa?
Rashid es un hombre adinerado que pensaba tenerlo todo y conseguir lo que fuera sin ningún problema. Hasta que un día la conoció, Victoria, una chica diferente, tan decidida y llena de peculiaridades. Él había comprado su virginidad y le había propuesto que fuera la madre de su hijo, ella había aceptado, sin saber que esa decisión cambiaría su vida para siempre. ¿Podrá Victoria seguir el contrato al pie de la letra sin enamorarse? ¿Logrará Rashid seguir a su lado sin entregar el corazón y la emoción, aunque no crea en el amor?
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".
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