co,

í a mi amado Matias en el salón de

ser la menor del grupo no era del todo agradable; era un día soleado y cálido en Monterrey todo apuntaba a que sería un día fenome

del pecho, no sé por qué sólo con verlo me robó el aliento, ese joven tan gallardo con sonrisa conquistadora, labios carnosos, ojos color café, cabello n

smo de conocerlo me invadía y mis emociones se hacían más intensas cuando él me observaba mi

con tanta pena, porque me cacho viéndolo, quise esconderme, aunque sea simulando que leía un libro o algo así, algo que me saque del apuro, tan sólo pe

e llamas? -pregunta esbozando una sonris

ero aclaré un poco la garganta y le co

ofia P

? Porque al parecer me ganaste el lugar. -dijo so

una hermosa amistad fue creciendo hasta que ya no pudimos ocultar lo que sentíamos el uno por el otro. Cuando acepté ser su novia nunca pe

idad espero en Dios que sólo sea un reflejo de la telenovela que veo todos los dí

hija Brihana de un año cuatro meses que es nuestra luz. Desde que la vi por primera vez me enamoré de ella, esa imagen jamás se me va a borrar, su pequeña carita dulce y tierna me miraba con esos ojos color miel tan hermos

amor esté más fuerte cada día; veo la foto de nuestra boda en la playa, que está sobr

erdad el color negro me queda fenomenal, hace un gran contraste con mi piel blanca y mi cabello rojizo además mis ojos azules resaltan. No necesito pintarme los labios, porque ya tienen ese color

mi Matias y de ver su cara al descubrir todo lo que le preparé. Veo que abre la puerta y en ese mome

ario amor! -excl

ueda muy bien. Trae un ramo de rosas rojas en una mano, son mis favoritas y en la otra mano una botella de v

amor! -responde en

? -pregunto un poco desilusionada, mientras señalo la mesa y a la vez intento acomodarme el vestido

esa sonrisa pícara que me encanta y me roba suspiros -. Es que la empresa va a abrir una nue

co confundida, pues la noticia

s y lanza un su

lo menos ocho meses en lo que me establezco y encuentro una casa para nosotros. Esto va a ser complicado, la empresa no me facilita

ararse de nosotras, limpio sus lágrimas que ruedan p

a verás que esto no nos va

nta mi apoyo, así que me propuse tratar de que esta noticia no arruine el momento, tomo de la mano a mi amado pa

avillosa y doy gracias a

caricias lo que sentimos el uno por el otro, pero ese beso apasionado es interrumpido por las pequeñas y sonoras risas de nuestra amada Brihana, nuestros labios se separan y cruzamos miradas mientras sólo reímos por lo incómodo de la situación. Cenamos en

a, para que descanse y se entregue a los brazos de Morfeo, me paro de la mesa y cargo con cuidado a

ta pendiente que saldar ¡eh! - Matias me guiña un ojo mientras desliza su mano en mi entrepier

ntir. -susurro, con el mismo

do. En cuanto termino de dormir a mi hija, me dirijo al baño para hacerme unos últimos retoques y encontrarme con mi amado en la obscuridad de nuestra habitación y dar rienda suelta a esa pasión desenfrenada que sentimos el uno por el otro, p

aun así disfrutamos de esta nueva etapa de nuestra vida. Tan sólo le ruego a Dios que mi sueño no se haga realidad, que esta se

somos una sola carne en nuestra habitación comunicándonos con el único lenguaje en el que no hay palabras, pero que nos permite demostrar todo lo que sentimos en uno por el otro. También extrañaré el ver cómo juega con nuestra hermosa Brihana y todo e

imera vez en toda nuestra vida juntos nos separaremos,

gran hombre. Mi esposo también los quiere, al parecer ha encontrado en ellos una familia muy amorosa y unida como nunca la había tenido, pues mi suegra es una mujer muy hermética casi no demuestra lo que siente en realidad y siempre se ha enfoc

r mi sufrimiento limpia mis lágrimas y me da un beso tan apasionado, como si fuera la última vez que nos veremos, este beso me está haciendo temblar y acalorarme y siento que mi respiración se hace un poco irregular. Tenía tiemp

es, en todo este tiempo no hubo momento del día en que no añorará estar con él, a pesar de que prácticamente lo vi diario, gracias a la tecnología de la cual gozamos en la

antalones de mezclilla ajustados, mi blusa de encaje color beige y mis zapatillas negras de tacón de aguja, un retoque por aquí otro por acá y listo, quedé perfecta. No es que sea muy vanidosa, pero la verdad hoy le puse más empeño a mi arreg

mento en verlo pasar por la puerta de arribo, por fin después de una larga espera, lo veo pasar por la

aleta como puede y abriéndose paso entre el mar de gente que nos separa se dirige hacia mí con la misma alegría que lo hago. Es como si una fuerza magnética nos atrajera, ya a sólo unos pasos el uno del otro suelta su maleta y nos sumergimo

tos nuestros labios se unen en un cálido beso y un cúmulo de emociones explota dentro de mí: amor, alegría, nostalgia y pasión revolotean en mi interior sin control. De

y las horas para tenerte a mi lado, mi vida sin ti e

o callarlo y lo acaricio con ternura. -Lo

a tan apasionada me da alivio, porque sé que él sigue siendo mío, sólo mío como lo soy de él. Sin decirnos nada el uno al otro, sabe

a pasión que ya no podemos esperar hasta llegar a la casa, es tanto el fuego que nos consume que si se saliera de nuestros cuerpos causaríamos un incendio. Nos dirigimos al interio

bitación van a qu

imonial,

noches se v

que Matias es el único que ha

guiñando un ojo, en señal de conf

do, el hombre nos mira y nos hace un gesto de que comprende a que vamos

ya

adora y mientras mi esposo me besa escuchamos como el rece

s, que lo disfruten señores. -dice mientras nos señala con su mano izquierda el elevador, siento mi cara tan acalorada de l

que sentimos el uno por el otro. -susurra en mi o

na habitación muy acogedora, con decoraciones en colores cálidos. No parece la típica habitación de un hotel más bien es como si hubiéramos en