vista d
cer de mis aposentos. Hugo y yo
a, Amelia había entrado a mi espacio de trabajo sin tocar, había dicho lo q
ana en la noche, en el altar de la Diosa Luna, para ro
ién se creía? Todos sabíamos que era una huérfana que no tenía a nadie en el mundo y había dependido de mí para so
quería era librarse de mí y de la Manada Garra Roja. Todavía no sabía de
y me sacó de mi
s de nuestra Luna y que prepare el documento de divorcio para
creía que Amelia era capaz de ac
llada, tímida, inocente y siempre buscaba la manera de hacerme feli
paz de dejarme?", respond
ó, vi en su expresión q
le dije, agitando la mano para restarle importanc
y segura y la vi muy d
berrinche porque la obligué a arrodillarse h
e", respondió Hu
n. ¿Acaso creía que conoc
tu culpa', gruñó Robert
, pregunté
ionar la posibilidad de que s
na mujer tan cruel y despiadada
iempre muy protector con nuestra pareja. Y aunque su actitud me moles
cha gente vio que lo hizo y la mi
a Maia?, cues
antilado, poniendo en riesgo hasta su propia vida?', exp
s. ¡Incluso confías más en Maia que en ella! No me extraña que quiera romper el vínculo de pareja. Pero te advierto
vínculo de pareja era diferente al rechazo y que seguramente dolería más de lo
la que protejo a Maia', empecé, con la intención
opló, pero
ue el único que me defendió de los abusadores mientras crecía. Cuidar de Maia es lo
que trates a tu pareja com
u interrogatorio me había
r la que tomé a Amelia com
e da el derecho de t
bien y me aseguré de que nun
otra mujer lobo mejor que a su
talecer a la manada. ¡Y para que dejaras de molestarme con eso! ¡Así que deja de es
a manada y hacerme más fuerte? Todos sabían que una manada y un alfa sin Luna se v
vo. La Manada Garra Roja era la te
reja, ¡jamás te volveré a hablar!', rugió Roberto, antes
ón, ella parecía segura de acabar con nuestro vínculo. En el proceso, m
Era del día de mi boda con Amelia. Al principio me había negado a ponerla allí
a cámara, mientras Amelia me veía con
vara a cabo la ceremonia para romper nuestro vín
puerta me sacó de
qué. Acto seguid
e café", me dijo
"Estás en recuperación. No hace
do verificar que no te exced
e extrañaba que mi hermano se hubiera enamorado de ella. Con su apariencia y car
, colocando la taza
preguntó, mirándome
as de papeles que
más. Solo no trabajes dem
n sorbo de café. Casi al instant
bien como el que Amelia
aba, fruncí el ceño. Nunca había pensado en e
romper nuestro vínculo de pareja. Ya vería m
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vínculo de pareja, una mezcla de emociones me invadió: trist
gura que lucía vagamente familiar, parada n
e. Me había aferrado a estar con Ernesto y por eso había cortado toda comunicación con mi padre y con mi manad
a hija", susurró y
evo a pesar de que yo había sido una mal
ia que nos separaba y
", so