de vista
rcara a mí y me rogara que la perdonar
je a Hugo. "Dale un Maserati, la villa
er nuestro vínculo de pareja, por lo menos tenía que com
nsación, no le creí. No tenía n
orciarse de mí y romper n
a era cómo se le iluminaban los ojos cada vez que me veía, cómo aten
ura porque la obligué a arrodillarse y disculparse ante
Incluso si tuviera celos, no tenía motivos para inte
nuestra relación. Sus palabras se repetían en mi mente como un disco ray
e el poderoso alfa de la Manada Garra Roja se va a retractar de sus palabras respecto a divorciarse y ro
alabras burlonas y el modo en que me llama
de pared y me di cuenta de que
tazo para asegurarme de que había escrito todo lo que le había pedido. En cua
un id*ota',
está empeñada en divorciarse y se
antes, ¿ella lo hubiera querid
darme cuenta de que, en efec
odría arrodillarse y pedir
di*tizado por esa m*ldita d
s', gruñí. Aunque no estuviera enamorado de ella, no permitirí
rda! Te arrepentirás de e
hacia el altar de la Diosa Luna co
iferente al habitual. Estaba... guapísima. Llevaba un minivestido amarill
ero su magnífico as
do bien? No habrá vuelta atrás una vez que lo hag
antes, ya no quiero tener nada que ver co
respuesta, me limité a decirle que e
con atención y empezó a tachar las compensaciones escritas
cuerdo de divorcio con rapidez y decisión. Me devolvi
rrodillarme a su lado, dejando el acuerd
é, pidiéndole a la Diosa Luna que nos
on fuerza, indicando que nuestras
iendo que había llegado el momento del
a no quería decir esas palabras, p
o López, alfa de esa manada, como mi pareja", sus palabras eran claras,
Ernesto López, alfa de la Manada Garra Roja, ace
sentí que nuestro vínculo de pareja se rompía, acom
dolor. Al mismo tiempo que oía el grito agónico de m
hubiera arrancado el corazón y todos los miembros del cu
mo si me estuviera muriendo. No, sentirse así era poco. Era como si mi cuerpo y mi alma se desg
r de mejorar, el dolor se intensificó. Además de la sensación de que m
ea, si esto seguía así por más tiempo, estaba seguro de que me iba a
in desapareció, me quedé jadeante, con tod
era mejor que el mío. Sollozaba, tenía la cara ensangrentada y le corrían las lág
en el corazón, pues sabía que ya no éramos
invadirme de nuevo. Me sentí sofocado y no podía respirar. Duró
poco y me senté, reuniendo fuerza
lentos y aún temblaba un poco. Se secó las lágrima
tan rápido? Seguro que empezó a salir con otro hombre, igual que hizo conmigo hace tres
o. Se dio la vuelta para mirarme y, al ver
no tenemos nada que ver el uno con el otro y somos do
puedes ir sin ninguna carga solo porque ya no seamos compañeros. Aún tienes que asum
a basura repugnante y me contestó con desprecio. "No te pr
ta y se alejó erguid
que hubiéramos roto nuestro vínculo de pareja. «¿Quién querr
ro
er el vínculo de pareja en mi corazón y en
do me sentí
lgo inq