ecía anunciar la tensión que se avecinaba. Lenara y Kael se habían refugiado en un claro oculto, rodeado por u
por su parte, reflexionaba sobre las implicaciones de su creciente cercanía con él. Aunque el orgullo de su
lmente, con los ojos escaneando el bosque como un depredado
una ceja con
so? Tal vez tus compañeros n
tó una r
aces. Se trata de Alden. Él
dejó notar. Había oído hablar de Alden: un guerrero licá
travesó el aire, y Kael reaccionó instintivamente, empujando a Lenara justo
inando su espada mientras fig
boles, zigzagueando para evitar convertirse en un blanco fá
éndose con precisión mortal. Entre ellos apareció Alden,
a ser, Kael? Protegiendo a una criatu
pe con su espada, r
o tuyo. Da u
ió con
pre será asunto de
nte estaba alerta. De repente, sintió una presencia familiar detrás de ella. Al girarse,
nsaste que podrías esca
ombros, tratando d
ces aquí
Padre quiere que regreses. No para protegerte, sino para man
go. Aunque Lenara estaba limitada por las circunstancias, no se dejó intimidar.
l estaba acorralado, con heridas que comenzaban a ralentizar sus mo
ñó Alden, levantando un brazo
ado de retirada, emitido por otro líder del grupo. Alden detuvo su ataque, la
empo era limitado. Se dirigió rápidamente hacia
rius. Aunque impresionado por la habilidad de la vampira, no dudó
do, lanzó una última adve
o, hermana. Nuestra
dejó caer al suelo, agotada. Kael se acercó, con
erte de lo q
n una mezcla de g
nos salvaje d
a mano para ayud
ir. La caza a