que hervía en su interior. Sus ojos, fríos como el hielo, miraban a Sofía con una mezcla de desprecio y sorpresa. Roberto, de pie
didos. Había pasado demasiado tiempo para que sus emociones la controlaran. Est
ntó Margarita, su voz tembla
antes de hablar, dejando que l
ondió, su tono suave pero firme-. Quiero qu
levantó la mano, deteniéndolo. Había algo en su expresión, una sensaci
a mentira. Sabía perfectamente a qué se refería Sofía. El pasado nun
retos y mentiras. Su corazón latía con fuerza, pero no había vuelta atrás. Durante años había alimentado este momento
tu esposo lo manipulasteis. Le disteis la opción de quedarse con su familia o perderlo todo... y él eligió. Pero no solo me hicisteis daño a mí, sino que ar
fía lo hubieran golpeado con la fuerza de un mazo. Margarita, por otro lado, seguía imperturbable, pero s
isa tensa. Su tono no era de desafío, sino de una curiosidad calculada,
postura era de alguien que
a lo que más valora -respondió con fria
ser impulsiva. No podía permitir que su ira nublara su juicio. Había pasado dos décadas estudiando a cada miembro de l
al huir. El mobiliario seguía siendo el mismo, la cama de madera, el espejo grande sobre la pared. Todo parecía intacto, como
conseguir a lo largo de los años. Había trabajado con personas en las sombras, con aquellos que conocían la vida privada de los D
que ella había guardado como un tesoro. Todo aquello era ahora solo un símbolo de lo que había perdido. Y debajo de esos re
de que todo s
l día adecuado para hacer su movimiento. Con una sonrisa confiada, se acercó a la entrada principal, donde los guardias de seguridad la reconocieron inmediatamente. A pesa
él estaba dentro, revisando los informes de la empresa. Cuando entró, Roberto levantó la m
ella se había ido sin una palabra, y él no había vuelto a saber de ella. Pero algo en su voz, algo en la fo
que sorprendió a Roberto. Él intentó hablar, pero Sofía lo interrumpió-. Tu
n fraude en sus negocios de importación, la falsificación de documentos, y una serie de conexiones con políticos corruptos. Sofía, con sus aliados y recur
canas a ellos. Roberto, atrapado en la tormenta de su propio pasado, tuvo que enfrentar la verdad que había e
rontación final con la familia De La Cruz, y las decisiones difíciles que Sofía deberá tomar