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Historia
Soy Suya Señor Karl.

Soy Suya Señor Karl.

Autor: Exaly
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Capítulo 1 Naira.

Palabras:1709    |    Actualizado en: 12/01/2025

rad

tre lágrimas y desesperación, golpeaba con furia a su padrastro, quien se había endeudado con un mafioso de la élite y estaban cobra

dinero jugando y ahora me pid

más, tu de

vando la escena, sin palabras para el desastre que se desplegaba frente a ella. Su cuerpo estaba paralizado hasta que, de re

está así! -gritó Naira, desesperada, mi

Intentaron detener un taxi, pero ninguno se detenía. La suerte parecía volver a girar cuando un co

a voz de Naira temblaba-.

car el auto de mi padre -respo

no podía contene

no fuera por ti, mi madre estaría

ada para ayudarnos.-Vocifero su padrastro. Manuel

ira contra su padrastro, su voz cargada

ondió él, intentando levantar a su esposa.-La

que requería reposo absoluto. Al escuchar el diagnóstico, Naira soltó un suspiro de alivio, pero las lágrimas no tardaron en llegar mientras se acurrucaba en una e

Solo estudia, estudia, ¿de qué le sirve tant

gardo -Naira suplicó-.

ijimos que no estabas, que habías tenido un accidente. Así que no se que vas hacer padre,

no lo haces tú.-Se exaltó

a imposible salir. Y ahora ella no sabía exactamente qué hacer en ese caso. Pero su mamá estaba más que

la y preguntó por los famil

asintió, ella miró a su padrastro el cual sólo le hizo un

y acaricio la mej

adre se movió débilmente. N

e sientes? -preguntó Naira

todo esto es culpa mía -susurró su ma

ocupes, yo buscaré un trabajo -respondió Naira con firmez

trabajar? Ni siquiera has

solo un año. Haré lo que se

no dejes que tu padrastro te hable mal... ni

, incluso uno de ellos la quiso golpear y abusar pero gracias al

ablas con tu jefa

o, no te

limpio de su hija, se sintió triste, como era posible que su hija sufriera tanto, quiz

ró lo poco que quedaba: un poco de arroz con verduras. No había queso, ni más provisiones, pero era lo mejor que podía hacer. Mientras

una cuchara. El ambiente estaba cargado de tensiones y reproches. Sus he

o tenemos nada aquí -comentó su herm

con malicia desde el rincón donde estaba sen

esta tendríamos comida -mencionó, dejando claro que no había ol

s de poder procesarlas, su padrastro intervino desde el sil

bre -gruñó-. Cocina r

palabras se atoraban en su garganta,

abajo y ni siquiera ha probado bocado

, antes de que Naira pudiera reaccionar, la agarró del c

s de más? Yo también te mantuve cuando tu madre te trajo aquí. Eras pequeña entonces... Ahora te toca a ti y a tu madre mantenernos. Amo a tu madre, pero no v

manos, sabiendo que no tenía otra opción. Era una mujer sola contra tres hombres crueles y abusivos. El miedo la consumía, pero

zo de una lujosa mansión. Tenía los pies ensangrentados y ata

z, ya no me sigan golpeando. Haré lo que sea, ve

iento acariciado con terciopelo lo miraba sin p

te llevaste mi dinero y mi mercancía... -una sonrisa

e se levantó de su asiento

on él, ya

den sin pestañear. Mientras tanto, el señor se retiró de la lúgubre m

o llevo-Le pre

Mijael- el chofer

e Oro", donde solo las personas más adineradas podían entrar. Los hombres que trabajan ahi,

rcó sensualmente, a

emos la noche jun

on una arrogancia natur

e ape

intió con r

n. Cuando

ó él de maner

Karl no le interesaba. Observaba todo con aburrimiento. Las mujeres del club

nfianza se acercó, incli

podemo

te lo qu

e su padre tuvo un accidente. Pero se qu

lado, su sonrisa ma

. Esta vez iré yo mism

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