rad
tre lágrimas y desesperación, golpeaba con furia a su padrastro, quien se había endeudado con un mafioso de la élite y estaban cobra
dinero jugando y ahora me pid
más, tu de
vando la escena, sin palabras para el desastre que se desplegaba frente a ella. Su cuerpo estaba paralizado hasta que, de re
está así! -gritó Naira, desesperada, mi
Intentaron detener un taxi, pero ninguno se detenía. La suerte parecía volver a girar cuando un co
a voz de Naira temblaba-.
car el auto de mi padre -respo
no podía contene
no fuera por ti, mi madre estaría
ada para ayudarnos.-Vocifero su padrastro. Manuel
ira contra su padrastro, su voz cargada
ondió él, intentando levantar a su esposa.-La
que requería reposo absoluto. Al escuchar el diagnóstico, Naira soltó un suspiro de alivio, pero las lágrimas no tardaron en llegar mientras se acurrucaba en una e
Solo estudia, estudia, ¿de qué le sirve tant
gardo -Naira suplicó-.
ijimos que no estabas, que habías tenido un accidente. Así que no se que vas hacer padre,
no lo haces tú.-Se exaltó
a imposible salir. Y ahora ella no sabía exactamente qué hacer en ese caso. Pero su mamá estaba más que
la y preguntó por los famil
asintió, ella miró a su padrastro el cual sólo le hizo un
y acaricio la mej
adre se movió débilmente. N
e sientes? -preguntó Naira
todo esto es culpa mía -susurró su ma
ocupes, yo buscaré un trabajo -respondió Naira con firmez
trabajar? Ni siquiera has
solo un año. Haré lo que se
no dejes que tu padrastro te hable mal... ni
, incluso uno de ellos la quiso golpear y abusar pero gracias al
ablas con tu jefa
o, no te
limpio de su hija, se sintió triste, como era posible que su hija sufriera tanto, quiz
ró lo poco que quedaba: un poco de arroz con verduras. No había queso, ni más provisiones, pero era lo mejor que podía hacer. Mientras
una cuchara. El ambiente estaba cargado de tensiones y reproches. Sus he
o tenemos nada aquí -comentó su herm
con malicia desde el rincón donde estaba sen
esta tendríamos comida -mencionó, dejando claro que no había ol
s de poder procesarlas, su padrastro intervino desde el sil
bre -gruñó-. Cocina r
palabras se atoraban en su garganta,
abajo y ni siquiera ha probado bocado
, antes de que Naira pudiera reaccionar, la agarró del c
s de más? Yo también te mantuve cuando tu madre te trajo aquí. Eras pequeña entonces... Ahora te toca a ti y a tu madre mantenernos. Amo a tu madre, pero no v
manos, sabiendo que no tenía otra opción. Era una mujer sola contra tres hombres crueles y abusivos. El miedo la consumía, pero
zo de una lujosa mansión. Tenía los pies ensangrentados y ata
z, ya no me sigan golpeando. Haré lo que sea, ve
iento acariciado con terciopelo lo miraba sin p
te llevaste mi dinero y mi mercancía... -una sonrisa
e se levantó de su asiento
on él, ya
den sin pestañear. Mientras tanto, el señor se retiró de la lúgubre m
o llevo-Le pre
Mijael- el chofer
e Oro", donde solo las personas más adineradas podían entrar. Los hombres que trabajan ahi,
rcó sensualmente, a
emos la noche jun
on una arrogancia natur
e ape
intió con r
n. Cuando
ó él de maner
Karl no le interesaba. Observaba todo con aburrimiento. Las mujeres del club
nfianza se acercó, incli
podemo
te lo qu
e su padre tuvo un accidente. Pero se qu
lado, su sonrisa ma
. Esta vez iré yo mism