di
bía buscado desde entonces. Los nervios me estaban matando; sin embargo, debía hacerle frente a esto y como nos había enseñado el padre Ca
e inyecté la última vez. Ahora t
me tienes
y emba
amos leernos la mente. Se levantó de la silla, cerré mis ojos, mi corazón palpitaba demasiado, la segregación aumentó, todo mi cu
método anti
frase que el padre siempre suele
me inyecté. -S
e ese no es el problema en esto, -nos señaló-.
quer
plí
ser superior. Pero ya me cansé de entende
y familia! Quiero más, me c
la! -se contenía-. Jamás te he
fuera tu novia, tampoco me p
ujer. ¡¿No te lo dije?! Jamás he besado otros labios, porque me respeto y te respet
necesito
claro de no, hijo, no matrimonio, porque eso implicaba un tiempo el cual no tengo en este momento.
ablar y estábamos en la sala. Me levanté-. Tú no quieres algo que yo deseo, tal vez sea cursi a esta
teng
dad a ti y tú nunca me la
r un hijo a esta vida, sin los exámenes reglamentarios correspondientes para ver si mis espermas
que tengamos un hijo y
je nada, eso era lo que quería-. En este momento no tengo tiempo para eso. -M
sign
tro hijo no tiene la culpa de lo que
que tenía, sus bolsillos eran bastante amplios para ocultar el cómo em
es más que nadie, siempre te he dicho mi deber con el mundo, y así me aceptaste. Pactamos que nada
a razón, pero yo también la tenía-,
nsabilidad para la cual no
a seré más importante
res,
za tú excepcionalmente para que comprendas y compares las situaciones en est
rniente a su bienestar. -¿Eso que quería decir?- Es evidente que hasta aquí llegamos como pareja, faltaste a la c
r el cúmulo de sensaciones abrumantes, los que amenazaban con doble
orque estás ofendiéndome. -Se acerc
nclinó, tocó mi vientre y toda mi piel se erizó-. Tú
tir, me tapé la boca. Se alejó,
ste. -dije antes de que
labras que nu
me has querido, tú no me amas lo sufic
s y las tengo en el lugar correspondiente. ¿No e
a un lado mis deseos y necesidades. Siempre te complací, te hice la vida f
del apartamento y las de su auto-. Un papel no me hace res
¿esto se te
nza? -El labio me volvió a temblar-. Ya tienes la respuesta, te abriré una cuenta para depositar
era consciente y sería su reacción. No se ofendería contra el bebé, sino contra mi decisión de embaraza
i al cuarto de servicio, saqué algunas cajas y en ellas comencé a meter mis adornos, mis cuadros color
uardé en mi maleta; los había hecho yo misma, eran de los viajes en las po
cómo sentirme al respecto, era extraño, me sentía tranquila, su reacción no me tomó por sorpre
r
o tranquilidad... Supongo que en el fondo yo tampoco te amaba lo suficiente para seguir aguantando el es
ue tú luches por mí. Te mantendré informado
ió
ozlova B
por eso. No podía hacer nada, pasó como era evidente que pasaría. Eros nunca había luchado por mí, y
e me ayudara a bajar las cajas y le di el dinero para que las mandara a la dirección que le di-. Mi vuelo era
aré a Adara, el resto lo dejaré a decisión de Eros. Salí del lugar que fue mi hogar en los últimos meses. Antes de cerra
a, m
á dice que nos vemos en el
staré,
e
nde esperar mientras llega la