ace que pierdas la respiración, las piernas te tiemblen
ar sin siquiera importarme si sentían lo mismo por mi. Creo que por mi absurdo pasado de la niñez que nubla con oscur
nte carecía del carácter para exigir la responsabilidad que correspondía a mi padre. E
preparar queso casero y compraba la leche al dueño de l
erece tanta consideración. Recuerdo que mi familia le apreciaba tanto como si fuese de la
mi ser al extremo de querer morir, no sabia lo que pasaba. Ignoraba
más ocupado! Para hostigarla y hacer que en la prisa enviara por la leche. Mi