en mi rostro. Tampoco siento la necesidad de cubrir mi cuerpo desnudo, lo cual es extr
o fu
ncreíbl
a sonrisa todavía
Hac
Ya me lo has h
irle que no es cierto, pero
me había di
rrumpiste antes de que pudieran
e uno a él. De repente, me doy cuenta de la naturaleza surrealista de la noche. Acabo de tener sexo sin pr
luces de la lámpara de araña de la habitación. Su cabello negro cae sobre s
na maldición y una ben
o miro. Está radiante. Me da vergüe
que estés aquí cuando regrese. Pe
se detiene en seco. De
ama; puedo notar que siente c
-Me río ne
espacio entre nosotros. De repente me si
-le explico-. Nunca
que lo que acabamos de hacer es especial para mí y que no ando por ahí hac
tenido sexo increíble con un extraño
ta de que está siendo sarcástico. L
errumpes. Eres
nterrumpo a
hay que evitar -dice sonr
o tonterías. Soy e
imos ot
qué lo
uien hizo algo que arruinó todo para mí, y vine aquí esta noche para intentar sentir
stir en que le dé más infor
cupes. No e
ia abajo. Debemos estar ahí los unos para
e la cama y camina hacia el baño. Observo su trasero redondo y esbel
n darse la vuelta, no es m
r mío. ¿Qué esperaba? Probabl
con nadie más en uno de estos
y ajusto mi máscara para que se ajuste perfectamente a mi rostro. Miré hacia el baño y, por un segundo, i
no ha
to. Además, tengo un trabajo que hacer, un papel que ocupará gran parte de mi tiempo
habitación y cierro l
RIS
olor de las granadas. Cierro los ojos e intento dormir de nuevo. El sueño del que acabo de despertar está plagado de cadáve
to una
o pesadillas sobre la guerra, anhelo un trago de alcoh
s? -La voz de Trevor finalmente me
la tarde. Las gafas de sol que lleva en la cara ocultan sus ojos, pero las arrugas a los lados le dicen a cualquiera que se moleste en notarlo que se
ir. Para eso tenemos a los choferes -le digo, con l
ciudad, a pesar de que eres un puto multimillonario que vive en Nueva York. A veces, un ho
dio