: Un Secre
alermo con un brillo dorado, pero para Car
normal. Dem
n mano, las voces de los vendedores llenaban el aire. Pero e
lin. Su mejor amiga ya estaba ahí, sentada en una banca bajo la sombra de u
nde demonios estuviste anoche? T
sacó un cigarro de su bol
o -susurró, encendiéndo
miró con el
ué
profunda antes de sol
.. me pa
on más atención, q
go m
ntió y tr
.. júrame que no dirás nad
frunció
en
úr
iró por un momento,
bien,
tra la banca y la miró con
che salvé la vid
u amiga cambió
Qu
respir
erido en un callejón... y re
a boca, pero no
o, ese nombre lo
s, mirando a Carla con los ojos muy abiertos. Lu
e hombre es
e pasó una mano por el cabello, todav
uró-. Pero e
ruzó de brazo
saliva antes
vida corre peligro
ias veces, intentando
Có
mí... -Carla hizo una pausa, sintiendo el peso de lo
in se
Qu
ía que me quedara allí porque, según él,
llevó una ma
Y cómo sal
abeza entre sus mano
y no sé cómo... de repente me
como si hubiera p
onucci simplem
intió le
S
n la cabeza de n
es conocido por ser compasivo. Si
escalofrío recor
fondo, ella ta
hacía nada s
a con preocupación,
pués, ¿sí? -di
. nos
una última mirada
intiendo su corazón aú
profunda, tratando de calmarse, pero su mente no dejaba de reproducir
que hubiera pas
amente y siguió cam
pasos de su edificio, una voz
o deberías
detuvo
ió antes de siquie
entamente y su s
metros de ella. Ojos fríos, expresi
tánd
ó su cuerpo
verse. No p
ajustó la pistola, su dedo d
a llegó a
OO
disparo retu
de inmediato, su pistola
garganta. Su cuerpo entero temblaba cuando
a unos metros de distancia
piedra, su mirada
moverse. Qu
taba co
a en dos grandes zancada
he -ordenó c
damente, retroc
.. n
sube a
¡
zio no le
con fuerza y prácticamente la metió en el au
y, segundos después, el motor rugió
ápido, sintiendo
dijo con voz entrecorta
sus ojos estaban fi
salvarte
pretó l
ica que puedas
e giró el rostro y
es conmigo,
escalofrío rec
o es c
urro peligroso-. ¿Has visto
ajó la
visto. Lo h
ontigo -susurr
enes o
desesperación-. Si me voy, mi madr
o no di
do, tratando de c
contigo, tiene que
, pero no dijo nada, e
tiempo. Que encontré un trabajo en otra ciuda
en el auto
or un largo rato,
iró y volvió la
s una
su cuerpo rel
fondo, sabí
pado de Fabri
rado negociar
es de Palermo. Carla miraba por la ventanilla,
nía o
ón. Había estado a
sacó su teléfono y marc
veces antes de qu
Ca
e la golpeó con f
un momento antes de obl
llamo para d
sa? ¿Est
lo que... -tomó aire-. Encon
lencio al otro l
mo que en
tió-. Una oportunidad
do trabajo fuera? -preguntó s
ó su labio
en una empresa importa
la... esto
ió-. Solo quería avisarte
ró al otro lad
iempo esta
a Fabrizi
ndo, su expresión
... pero
rla
uiero
ue ella respo
laban cuando b
había te
ción con Jaquelin
te preocupes.
después, Jaque
ué signif
la i
su bolsillo y cerró lo
a de dar un giro del que
ansión en las afueras de Palermo. Era enor
entamente, y Carla sintió un es
go camino de piedra que llevaba a la entrada princ
te se detuvo, Carla sint
se abrió
con su expresión
a -o
saliva y sal
recorrieron la mansión, la fuente en el jardín, las luces cálidas iluminando la f
a pris
se. Se sacó la chaqueta y caminó h
se detuvo y se
frialdad- si esto es un
ntrolada, pero con
un nudo en
ro estar
a. -Su tono no admitía dis
esta, desapareció d
pretó l
quería depender de él.
o, cruzó la puerta. Su vida, tal como