a. Los corrillos de conversación se habían vuelto más animados, y las miradas furtivas hacia el despacho del CEO eran un
n su escritorio y evitando las áreas comunes donde las conversaciones eran más propensas a florecer. Pero
ona podría capturar su atención. Otros, más observadores, habían notado las interacciones, aunque breves y formales, entre Alejandro y Sofía. Había una intensidad sutil en la m
de cubículo, Marta, mientras esperaban que se calentara su café en la cocina. Marta
. "Simplemente está siendo profesio
a. "Hay algo más ahí. Lo siento en el aire. Además, ¿no
ntacto visual. "Todos estábamos en la confe
o compañero saltó, interrumpiendo la conversación. Sofía aprovechó la oportunidad para excu
o una imagen de CEO serio y dedicado. Sin embargo, en las reuniones de equipo, Sofía notaba que sus ojos se posaban en ella con más frecuencia de lo
escuchó unos pasos acercándose a su cubículo. Levantó la vista y se encontró con Al
al pero con un ligero matiz de algo má
o unos detalles," respondió Sofía, sint
dro parecía dudar antes de hablar. "Esp
d era que la presencia constante de él la tenía en un estado de alert
a en ella por un instante que pareció durar una et
a ayuda profesional o a algo más? La tensión entre ellos era casi palpabl
atiéndole con fuerza y la sensación de que la tormenta que se había desatado en el bar de aquel hotel aún no h