a
i siquiera ese trueno distante puede alcanzarme. La gente está coreando mi nombre y su entusiasmo aumenta con cada segundo que me demoro. Deberí
ltitud. -Rain, este lugar está lleno hasta los topes. Tenemos VIP, prensa, peces gordos loca
y una sonrisa a m
os de los VIP locales se reúnan contigo detrás del escenario después del espectáculo. Hay un grupo de superfans q
en detrás del escenario, por
e. -No hay VIP. No hay fiesta posterior. Solo yo, el es
ombre. Esta gente vive para esto. Sólo estamos aquí por un
-No estoy de humor, Dereck. Asegúrate de que n
hablo en serio. -Bien. Pero, Rain, tie
e de hombros. -Pero esta noche
i siquiera me siento culpable por alterar su agenda y no voy a cambiar
amente por última vez y salgo a la luz cegadora. El rugido de la multitud me golpea como una pared. Cuadro mis
ajo del escenario. Sus voces truenan detrás de mí, pero lo único que siento es ese extraño vacío que me presiona. La emoción
una sonrisa de satisfacción plasmada en su rostro. -¡Rain! ¡Eso fue
digo con severidad. -Asegúrat
tá bien. Pero no te acostumbres demasiado a esto, Rain. Tienes
esperando unos minutos de paz. Abro la puerta
y mirando fuera de lugar. Preadolescentes, si tuviera que adivinar. La morena más ba
e dejar la puerta abierta de par en
ero desafiante. -Soy Rainidy. Y esta es mi mejor amiga, Holly-.
lgo dentro de mí que me resulta dolorosamente familiar. No es sólo la audacia en sus ojos grises, es el eco de un recu
mente, -¿Cómo pudiste
to de vacío que se instala en mi p
... no
en voz baja. -Rain, tal vez deberíamos llevarlos a ambos a casa. Asegúrat
s instintos de Sam. -Está bien-, digo, tratando de mant
pedimos que traiga una limusina. Ni Sam ni yo se
en el interior. Luego, la limusina se detiene en una casa mucho más pequeña ubicada en un vecindario más tranq
i al concierto. Ella no lo aprobó. Y no teníamos el
a mirada, pero trato de ma
igo, sin saber
de mí quiere tranquilizarla, protegerla, pero el sentimiento es tan nuevo que no lo ent
evanto la mano para llamar, Rainidy habla. -Tal vez debería entrar sola-, susur
con el cabello castaño recogido en un moño suelto y un suéter de gran tamaño que cuelga de un hombro. Está a punto
ridad me golpea como un puñetazo en el estómago. Mi mente se acele
era debajo de mí. Todo lo que creía saber sobre mi vi
e, apenas creyén