que había buscado seguían sin llegar. El rostro de Iván aún estaba fresco en su memoria, con esa mirada que, aunque tranquila, había escondido algo más. Y
bezas que no terminaba de armarse. La muerte de Rodrigo, el suicidio, había sido solo el detonante de un círculo vicioso de engaños y secretos que ahora, al parecer, lo rodeaban. R
ido con tanto esfuerzo. Todo había sido forjado a base de decisiones calculadas, pero ahora sentía que el suelo deb
ían lo que estaba ocurriendo, aunque nadie se atrevía a decirlo en voz alta. Sin embargo, la atención que ponían en sus
tos. La secretaria, que había entrado para organizar su a
untó con voz suave, como si quisie
ué estaba haciendo, con quién estaba involucrado. Nada de lo que está ocurriendo es casual -ordenó Alejandro, mant
za que Alejandro había depositado en ella era absoluta, y se marchó
y, tal vez, hacerles salir algo de información que aún no había logrado captar. Había algo extraño en la forma en que ambos habían reaccionado ante sus preguntas. I
uitarse la sensación de que las respuestas que buscaba estaban más cerca de lo que pensab
sabiendo que tarde o temprano tendría que enfrentarlo. Aunque su relación con Iván siempre
andro, cuando Iv
e delataba un leve nerviosismo. A pesar de la fachada de hombre calculador, Alejandr
reguntó Iván, tomando asiento
mientras se recostaba en su silla y observaba a Iván detenidamente-. Quiero
volvieron más calculadores, como si estuviera buscando las palabras corre
mpre estuvo enfocado en el trabajo. Durante los últimos meses, estaba bastante ocupado con la e
s qué estaba pasando detrás de las decisiones que tomaba. ¿Por qué empezó a comportarse de esa manera tan errática? ¿Po
en su rostro. Por un momento, pensó que Iván podría haberse visto atr
án, aunque la inseguridad en su voz era evidente. Alejandro no podía creerle. Algo no cuadr
s de Iván, como un depredador acechando a su presa-. Si sa
os, Iván parecía debatir internamente. Finalment
ente qué, pero... estaba preocupado. Empezó a tomar decisiones que no entendíamos del todo. Quizás estuvo involucrado con alguien
ando descifrar si estaba diciendo la verdad o si había algo más oculto detrás de sus palab
oven director de relaciones públicas había estado nervioso en la reunió
La incomodidad de Lucas era evidente; no había manera de ocultar que a
ndro, mientras señalaba la
ro sus manos temblaban levement
sabes sobre Rodrigo? Sé que tú trabajaste estr
arecía que no sabía qué decir. Finalment
omportamiento cambió. Todo lo que hacíamos parecía estar relacionado con una gran mentira. No te puedo decir mucho más porque no est
arecía estar al borde de la verdad, sin llegar a completarse. La sensación de estar atrapado en una red de mentiras crecía más