a
camino, un manto de posesividad se deslizó sobre mí mientras seguía repasando en mi cabeza cómo las cosas se habían intensificado tan rápida y brutalmente. Mis pasos golpearon contra el concreto bajo mis pies, mis ojos estab
ue mi lobo se preparaba para salir a la superficie. También sabía que seguramente rodarían cabezas si no llegaba rápidamente a mi pareja. El olor a cobre llenó el aire a
tido estaba levantado dejando al descubierto su trasero completo con un corte largo a lo largo de su torso de lo que parecía ser cortado con un cuchillo mientras la estrangulaban con un cinturón de cuero negro que sin duda le estaba dejando el cuello con un tono morado
as de metal, creando una entrada lo suficientemente grande como para pasar y llegar hasta mi pareja. Ella me necesitaba y yo no estaba allí para protegerla, una punz
boca. El otro guardia estaba colocado directamente detrás de ella, sosteniendo su pequeña cintura con una mano y con la otra a punto de bajarle las diminutas bragas. Mi Beta gruñó lentamente detrás de mí, indicando que sabía lo que iba a hacer y que tenía todo su apoyo. Independientemente de que ella
peleando internamente con su lobo si debían confiar en mí o no. No la culpo por dudar si realmente podía confiar en mí
otal. Era un lobo negro sólido, musculoso y sin duda el lobo más grande que nadie había visto jamás. Era hábil y rápido con sus movimientos, dejando a la
o como si fuera un mordisco. juguete. Álvaro, el otro guardia, hizo el mismo movimiento, cayó de rodillas y gritó: "¡Alfa, estábamos siguiendo órdenes! Nuestra lealtad siempre estará contigo". Volví a mi forma humana con facilidad, envolviendo mi mano
istrajo de inmediato cuando bajé la guardia y volví con mi herido compañero; Ni siquiera podía empezar a procesar el trauma de lo que ella acababa de pasar porque no lleg
aban, soltándose lentamente debajo de ella. La abracé aún más, colocando suavemente su cabeza contra mi corazón y dejándola escuchar el ritmo, sabiendo que el sonido pronto comenzaría a calmarla. Ella apretó sus
emociones: el puente se había caído. Quise decir cada palabra que dije, pero fue casi como si la realidad de lo que acababa de suceder se hubiera apoderado de
intiendo cada palabra que dijo, "¡mi vida era perfecta antes de que aparecieras! Ojalá nunca hubieras entrado en mi vida, casi fui violada y golpeada por c
en el lugar y en el momento adecuados. Se detuvo a la entr