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Historia

Capítulo 4 La universidad

Palabras:2543    |    Actualizado en: 22/04/2025

TOS DE

ítu

cia L

Solo, quiero darles una pequeña recomendación,tómense el tiempo de buscar a la autora, enviarle un mensaje y pedir su autorización. Eso les va

═══≫♡≪═

e veinte minutos estaba parada en el porche, toqué la puerta y esperé. Me abrió una señora muy guapa con un

la casa de Ferna

iró con c

su madre, ¿q

mano y me

Karen, soy amiga de su hijo. N

ano con una p

Raquel. No sabía que mi hij

hizo a un lado, hizo una señal

uedes ah

puerta. Llegamos a la sala de estar, miré a mi al

ero me preocupé al ver que Fer no

ofreció algo de tomar, después de entr

ena -esbozó una pequeña sonrisa-, Fe

sentí incómoda. A ninguna madre le iba a gustar ha

sas lindas -tra

hora entendía de dónde hab

as dudas

nder

do hablar con

a y le dio un sorbo

está -m

tarda mucho

stalizaron y su expresión me hac

indiscreci

roceso un par de lágrimas se le escaparon

ien? -pregunt

er no te contó na

egoísta, al fin yo nunca me int

-apretó la taza de café-.

i nuca empezó a palpitar una vena, miles d

ó? -inquirí

a empecé a sentir un

o está? -volví

que yo te lo diga, si mi hij

as para quedar a su misma altur

razones, pero díga

s, me indicó que me

e mi hijo me habló mucho de ti y porque l

a cardiaca, pero al pasar el tiempo su salud se deterioraba cada vez más, así que tras varios estudios le dieron

ciente nota un empeoramiento de los síntomas y tendría que acudir a su médico o a un servicio de urgencias. Los pacientes con insuficiencia cardíaca suelen ser hospitaliza

casos, los síntomas se mantienen estables durante bastante tiempo (meses o años) antes de empeorar. Fer había logrado llegar hasta los 21 años, pero su condición podía seguir empeorando. Los tratamient

o tenía la oportunidad de darle luz a su vida y me negué, lo rechacé y él no lo merecía. No tenía palabras así que lo único que se me ocurrió fue abrazar a la señora Raquel. Imaginé el d

genoterapia y vasodilatadores. Tuvo una recaída fuert

abr

es muy fuerte. Yo no lo

as lágrimas

ojos-. Eso sería maravilloso. Tal vez por eso nunca te lo dijo, porque

con t

aba muy entusiasmado contigo y tal vez sintió que si te lo decía

dre? -i

ue luego te contaré -so

ada de Fer. Me sentía tan culpable, yo sentía que su recaída había tenido q

saliendo, pero aún n

na gran

-se levantó-, yo estaba por ir a

certada. Él se veía tan feliz y lleno de vida, ¿por qué el destino era tan cruel? ¿Por qué me porte tan mal con él? Pensé en todas las veces que lo rechacé, qu

ta llegar a la unidad de terapia intensiva. En el ambiente esteril se percibía el olor a medicamentos, un chirrido agudo sonó desde un lado donde habían máquinas que hacían un montón de sonidos extraños. Su hermoso rostro

alguien tan joven, con tantas ganas de seguir. Su vida se apagaba lentamente y yo dejaba apagar mi vida por algo que tal vez no valía la pe

que venir a buscarte, extraño mucho verte en la universidad, ext

rno de su rostr

a que podamos ir de paseo otra vez,

lágrimas, me agaché y s

l de tus ojos para s

igerir. Regresé a casa y una vez en mi habitación lloré tanto, me arrepentí por todas las veces que quise morir estando perfectam

alquier cosa y así lo hice el tiempo que estuvo en terapia intensiva. En una de las visitas cuando llegué a la clínica la señora Raquel me informó que Fer ya había re

ró el sentid

ón la tomó por sorpresa, le expliqué que yo quería empezar una relación con él y no quería que pensara que era por lástima, quería que él mismo tomara

estar con él, pero todo cambió. Después que le dieron el alta no volví a visitarlo, pero sí hablaba con la señora

los labios y lo saludé. Su gesto de sorpresa era evidente, me devolvió la sonrisa, u

os, ¿dónde te habías

e viaje y luego me cayó un vi

mantener las cosas en sec

aber que ya estás bi

ó fija

de menos? -sus ojos bri

portunidad, un motivo de felicidad para su vida, un rayo de luz

. En estos días me di cuenta de lo bien que me siento

s a lugares tranquilos y cuando me invitaba a bailar yo no tomaba licor porque sabía que él no lo hacía, regresábamos temprano a casa con la disculpa que yo estaba cansada. Salíamos a contemplar

tiempo que le quedara lo haría. No lo hacía por compasión, lo hacía porque quería devolverle un poco de todo lo que él me había dado. Gracias a él volví a encontrar sentido a mi vida. Él me sacó de ese mundo triste y oscuro. Si en mis

.

na gran extensión en espacios abiertos, lagos donde abundan los patos, gansos y estacionalmente visitan aves migratorias. También cuenta con canchas para jugar tennis, soccer, baseball, basketball, entr

.

os. Nos tumbamos frente al lago a contemplar el atardecer. Giré la cabeza y lo miré fijamente, sus ojos azules brillaban tanto, podía ver

e repente sin que él lo esperara eliminé las distancia que nos separaba cubriendo sus labi

inua

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