los dos últimos años de la carrera tambien habia sido contratado como asesor para la compañía, no pude evitar correr a saludarlo y en mi
a salir de mi pecho un ruido estridente se escucho detras nuestro. Era el presidente Santos quien con un golpe a la puerta y aclarando su garganta para hacerse notar preguntó, que estaba pasand
e. Le pido una disculpa fui un poco descuidada y tropece con la alfombra no fue culpa del li
ergonzada frente al presidente. Como me lo imaginaba un caballero no dejaria qu
uestras de afecto en lugares públicos exclamo el presidente Santos dan
ido un malentendido ya que el licenciado Gonzalez y yo solo eramos amigo
a ocupar su lugar al frente de la sala en la mesa; al voltear a ver a Alberto pude notar un poco de decepción en él pero debia ser mi imaginación ya que siempre habia dejado muy
giendola. Volteé discretamente a ver a la izquierda superior y el presidente no apartaba su vista de mí, ¿tanto lo habia ofendido?,¿estará pensando en correrme apenas termine la junta?; de pronto su mirada se desvio y no pude evitar voltear al mismo tiempo que él y vi que Alberto también estaba inclinado levemente hacia