cuánto tiempo l
en medio de la habitación oscura que
ero no aliviaban la tensión que se acumulaba en
noche. Solo recibirás. Solo
sola por unos minutos
se abrió, su respi
nes negros de cuero, su torso desnudo reflejaba la luz cálida del entorno
lena. Hoy, aprenderás a rendi
como un anzuelo directo
da por reflejo, aunque sabía que esa noche n
recuerdes cada segu
ontró los suyos, oscuros.
a rodeó l
luego su hombro, como si midiera su
las.--- or
a obe
ella y comenzó a atarla con
r detrás, luego, las piernas en
ingía más, pero a
bles, no cierres los
respiración era
no pesara nada, y la llevó hasta un sop
brazos atados por encima de la
barra de metal, completamente
iquiera intentarás, tu cuerpo es mío,tu placer
-Y no los tendrás... h
nas un sonido, p
ica.--- di
orrió lentamente desde el cuello hasta el ombligo,
ivamente, pero los amarr
ué fácil te rindes a
da de seda, que colocó sobre su
conocerás... es mi t
o rozó s
ri
ua lo reemplazó,
o un
una c
un su
un si
o dejó de
onvirtió en el
peratura, textur
sus dedos,
o un maestro toca su
unca el
día to
día ab
e otra forma que no
legó como una
er
ese
nton
ten
o él con crue
vor... -
él no
ó cómo un objeto entr
ontrolaba con precisión.Su cuerpo ya no le p
n es tu cuerpo
or,--- resp
mblar sin tocarte?-
usted...,--- r
edeces?---- p
a usted, --- r
los latidos, solo los ja
ra.--- sus
er, Elena se quebró en un orgas
ri
em
lo
amó por
a, la cargó como a una muñeca exha
venda, sus ojos estaban húmedos, no de t
ndirte de verdad -dijo é
ndo en usted,----
era posesivo. -No, Elena. Te está
do... ella s
era el único ancla que la mantenía unida a la realidad. Cada caricia en su cabello, cada roce de sus dedos
funda que parecía haberle vaciado el alma. Pero no era vacío lo que sentía... era plenitud. Como
n... él
ozaba la crueldad, pero siempre con propósi
murmuró, su voz vib
es veces, los latidos de su
hizo más dens
el frío del metal y las cuerdas aún presentes en sus muñecas era tan fuerte que
Dorian, con un tono inusu
an de todo lo que había sentido. Pero necesit
aba palabras para demostrar su satisfacción. Se la transmitía con c
ella lo había
omo si al hacerlo le dijera sin necesida
hiciste esta n
rró ella, apenas
raste -co
brillaban, no solo por el llanto, sino por algo
nía el peso de mil caricias. Ella lo sabía. No era una muestra de dulzur
rimera puerta, Elen
sabía si temer o desear
allá? -pregun
le advertía que estaba por entrar en un terr
lista para dejar de tener
flotando en el aire
nces co
n le entregaba su cuerpo
a parte que había escondido bajo capa
solo estaba s
ba redes
u cabello, sus hombros, como si aún la afinara. Como si aún la
la, sorprendida por l
idiendo su convicción. Luego asintió con lentitud. -Lo tendrás, todo
rió, -Sí,
ligó a mirarlo.-No digas lo que n
emblar.-Estoy lista para perderme más..
tonces mañana... volverás aquí. A la misma hora,
, no como una descarga, sino como
o esta vez con la certeza
a que, en cada caí
ra sal
ra hacer