lía sentirs

a su mundo, sus emociones parecían ta

, reguladas

noche...

con una copa en la mano que no log

abía buscado d

na m

n ge

ma con la que solía desnudarla

curvas desafiantes y una actitud

scuchaba, le hablaba al

urró una voz famil

el

mbro con los dedo

ntió, bajando la m

stán marcando el cristal.--- d

set negro de encaje, una falda translúcida que dejaba ver d

ónde puede tensar tu deseo o tu alma,---

eptas?,--- p

arlo, no soy suya.-

a golpeó c

soy?,---- p

ún, pero sí, lo eres

cerca, su aliento cáli

de mirar cómo

ió, apenas

igo,--- d

o pe

orgullo, y la siguió por

rado. Una cama redonda, espejos en las paredes, y u

puedo hacer que lo olvides -susurr

sintió las manos fem

es una rendición,-añadió Od

puedo,---

a un hombre, también puedes confiar en una mujer.--- s

delia encont

.. no era d

fu

al

el vestido ca

ó en le

o

su

su

un artista frente a s

o yo puliré el rincón que él no

ó cuando la empujó

hacía aún... sino por lo que la imagen

lo

lo

alvaje de sentirs

morena, y su cuerpo parecía danzar con cad

besó sus labios con

olencia en

mbre fe

idad co

lia exploraron s

scendió por su pecho, su abdome

encon

s en él, solo siente

era lo

aricia, Elena seguía viendo la

encendía má

cualquie

arqueó bajo la

su respiración a

escena.--

brió lo

estab

a pu

ra

s eran pura sombra, y su

uiero verla romperse en ma

cubrirse,

la tenía

lia n

se inte

Elena?, ---- p

ntamente-¿Te dolió

lla, entre sol

--- dij

lado y le aca

pero el poder... ese se gana enfrent

rostro, brillando

ijo, como si f

n la

latados cómo sus lenguas

dulce Elena

- ordenó

edos dentro de ella

i la poseyer

ó con la violen

it

por O

ra por el

por

que la rompí

ida, Dorian se a

ena, ni de lo que soy capaz de hacer...

eso, s

y juntas respiraro

, suspiros y secr

de Odelia, atrapando sus labios en un beso hambriento, profundo, lleno de deseo contenido. Sus labios c

de Elena se movían con una seguridad instintiva, como si co

elia, rendida al placer, se deshizo en un orgasmo profundo, tembloros

endió que los celos

rte del

r podía ser la antesala